Qué alegría da cuando un regalito es como “la horma de tu zapato”. Yo creo que, en realidad, es lo bonito de regalar, pensar en la persona, en sus gustos, y elegir algo que sepas que le va a hacer ilusión, que va a disfrutar. Y Bea, al mandarme todas las infusiones que te enseño hoy, sabe que son mis “momentos” y que las disfrutamos muchísimo (y lo pongo en plural porque en casa somos todos muy aficionados al té, rooibos, manzanilla…).
Pero me dejo de cháchara y te cuento, vamos al lío.