Si alguna persona cercana a ti toma el paso de ir a terapia, hay algunas pautas para que puedas apoyarle y acompañarle en este proceso . Sobre todo si es alguien muy cercano, como hijo, hija, pareja, madre... seguro que te interesa saber cómo afrontar todo esto.
Que alguien de tu círculo te diga que ha decidido ir a terapia es un aspecto importante en tu vínculo con esa persona. Quizá conozcas el motivo o quizá no, pero estoy segura de que si es alguien que te importa, querrás saber cómo afrontar este tema; que por otra parte suele ser motivo de creencias falsas, bulos y prejuicios, como vamos a ver enseguida.
1. Desmonta los prejuicios.
El primer paso para acompañar emocionalmente a alguien que asiste a terapia es romper los prejuicios al respecto. Las personas no van a terapia (solamente) porque tengan un trauma inmenso o una enfermedad mental. Puede ser por estos motivos, pero también se va a terapia porque se busque gestionar emociones, vivencias o relaciones que nos generan malestar.
Otras veces, podemos decidir tomar esta ayuda porque estemos pasando algún momento de crisis personal (profesional, amorosa, vital...), no sepamos cómo gestionar un duelo (que no siempre es por muerte, puede ser por rupturas, cambio de trabajo...) o no sabemos cómo tomar una decisión importante.
¡Figúrate si hay motivos! La terapia es simplemente un acompañamiento profesional para afrontar cualquiera de estas circunstancias que nos pueden afectar a cada persona y por eso mismo hay que NORMALIZARLA.
2. Respeta la privacidad.
Como te decía anteriormente, puede que la persona quiera hablar contigo de que va a terapia...o puede que no. Puede que quiera compartirte cómo se siente o si le está siendo útil...o quizá no le apetezca.
Suele suceder, sobre todo en caso de personas que son menores, que sus progenitores o personas adultas de referencia quieren saber más por el simple hecho de asegurarse cómo hacerlo lo mejor posible (y también por sentirse seguros acerca de la gravedad de lo que esté viviendo la persona que va a la terapia). En ese caso, siempre se puede concertar una cita aparte con la o el terapeuta en la que, sin entrar en detalles personales, podamos recibir información que nos tranquilice y/o nos oriente.
3.Ofrece tu compañía.
El "estar ahí" es a veces mucho más importante de lo que podamos tener en cuenta. Simplemente, acompañar, abrazar, compartir momentos de ocio o relax...ya va a ser de una ayuda grande, por tu parte, para la persona que va a terapia.
En la vida, a menudo no podemos (aunque nos encantaría) reducir el dolor o la angustia emocional de las personas a las que queremos. En estos momentos, simplemente estar presentes para ellos, ya es mucho dentro de nuestro papel.
Muy interesante el post de hoy. Buenos días!
ResponderEliminarLo tendré en cuenta. Un beso
ResponderEliminarUn post estupendo, me lo guardo porque son consejos realmente útiles. Un abrazo
ResponderEliminarPor suerte aun no se me ha presentado la papeleta y espero que la cosa siga así, es buena señal.
ResponderEliminarSaludos
Buenos días, muy buenas aportaciones para saber como actuar. Es cierto que a veces no sabemos muy bien por donde enfocarlo, y la normalidad como en todas las cosas de la vida es la vía mejor.
ResponderEliminarGracias, Noelia, una feliz semana.
Besotes.
Aveces el abrirse y dejar que fluya la conversacion hace que sepamos como afrontar la situacion, aunque es dificil
ResponderEliminarUn post interesante
ResponderEliminarUn post que sin duda merece ser leído.
ResponderEliminarDebemos aprender a estar ahí y a normalizar estás situaciones.
Besitos
Buenos consejos, a veces no sabemos como actuar.
ResponderEliminarBesos.
Gran aporte, Noelia, una vez más... Simple, claro, importante.
ResponderEliminarAbrazo hasta Nana y vos.
Si, estar ahi, estar disponible, es importantisimo; crucial a veces. Muy interesante tema, Noe.
ResponderEliminarTe mando un beso y feliz inicio de semana.
Te agradezco la interesante entrada de hoy. Abrazos
ResponderEliminarCreo que das unos consejos muy acertados y prácticos para acompañar a esa persona sin invadir su espacio ni juzgarla. Me gusta especialmente el punto de desmontar los prejuicios, ya que creo que hay mucha desinformación y estigma sobre la salud mental y la terapia. Yo también creo que hay que normalizarla y verla como una herramienta más para mejorar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar emocional.
ResponderEliminarUn beso
Me apunto tus consejos Noelia, una nunca sabe cuando le pueden hacer falta. Un beso
ResponderEliminarHola!! un post muy interesante e importante. En mi familia el tema de ir a terapia es algo que se habla abiertamente, mi padre va desde hace muchísimos años y yo otros tantos. Besos
ResponderEliminarNos das buenos consejos para abordar una situación delicada y te lo agradezco, la información siempre viene bien.
ResponderEliminarBesos!!
Esta entrada sirve un montón para ambas partes 💜 muchas gracias.
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
Súper interesante este post. Gracias.
ResponderEliminarHola Noe. Cero rollo con este tema. En mi casa siempre el ir a la consulta psicológica no difirió de ir a una consulta clínica.
ResponderEliminarSiempre le he dicho a mi hija que: si te duele la cabeza vas al doc y si "te duele el alma" vas al psicólogo.
De hecho he ido, en diferentes momentos de mi vida, a la psicóloga y en cualquier momento creo que volveré.
Y mi hija, la primera vez que fue tenía 12 años. De allí en más, cada tanto también retoma.
Abrazo ¡disfruta del finde!
Muy interesante Noelia, hay situaciones que por muchas ganas que tengamos de ayudar no sabemos como manejarlas.
ResponderEliminarGracias por tratar temas así.
BESOS
Muchas gracias por estos consejos. Cuando murió mi madre la habría necesitado pero estábamos confinados, así que me ayudó on line mi cuñado psicologo y fui avanzando. Es u
ResponderEliminarPerdón, se ha cortado, decía que es un tema necesario y hay que normalizarlo.
ResponderEliminarFeliz día.