Dependiendo de tu tipo de personalidad puedes ser más o menos perfeccionista. Igualmente, puedes ser más o menos independiente a la hora de afrontar diferentes situaciones. Dentro de este continuo, existen personas que son tan autosuficientes que llevan verdaderamente mal el pedir ayuda.
Se llaman "autosuficiencia superautónoma" y hoy vamos a hablar de este rasgo de personalidad.
1. Pero, ¿Ser autosuficiente no era bueno?
Si eres de mi generación seguro que te han educado en valores como la independencia, el no tener que depender de nadie, el "ser capaz" de afrontar situaciones por tí.
Y efectivamente, la dependencia emocional no es positiva pero tampoco lo es pretender no necesitar nunca a nadie: somos animales sociales y no podemos obviarnos. Nadie es totalmente independiente para todo durante todo el tiempo.
2. Qué es la autosuficiencia superautónoma.
Si nos paramos a analizar un poco lo que significa este concepto veremos que hace referencia a:
Las personas con este rasgo de carácter pueden llegar a:
↺ Ser obsesivas con el control, pensando que teniendo todo bajo su dominio (algo por otro lado imposible), van a ser más felices, valorados o vivir mejor.
↺No abrazar su vulnerabilidad, revistiéndose de un escudo, de mecanismos de defensa que a menudo le lleven a aislar, no mostrar, reconocer ni aceptar sus propias emociones.
↺Son muy exigentes consigo mismas y a menudo, con las otras personas.
↺Sobrecargarse de tareas, pensando que "si no lo hacen ellas, nadie lo hará bien".
Como te puedes imaginar, no es fácil convivir con personas con este rasgo, ni siquiera para ellas mismas.
3.Entonces, ¿cuál es el término medio?
Si has leído con atención, verás que la diferencia está en tener claros los conceptos: es positivo ser independiente pero no anular tu propia necesidad de ayuda, porque eso es imposible.
Saber delegar, perdonarte cuando fallas, no comprometerte a más situaciones que las que puedas afrontar con cierta holgura son habilidades que debes tener en cuenta tanto, como la autonomía o la independencia.
De lo contrario, caemos en el control excesivo, la hiperresponsabilidad y la autocrítica continua y, como puedes imaginar, no son conductas que nos proporcionen bienestar, ni nos faciliten vivir felices con otras personas.
Que buen post el de hoy!
ResponderEliminarvery interesting post:)
ResponderEliminarBajo mi punto todos necesitamos de alguien , de ayuda alguna vez en nuestra vida , por muy independientes que seamos .
ResponderEliminarOtra cosa es que según nuestro carácter, personalidad seamos capaces de pedirla y aceptarla.
Hay momentos que sin pedirla quien esta a nuestro lado se da cuenta de los baches que podamos estar a atravesando y se brindan sin hacer mucho ruido a sacarnos de ese estado en el que nos encontramos .
Otras, ni siquiera se dan cuenta.
Es importante saber pedirla y dejar aconsejarse en caso de necesitar ayuda.
Un post muy interesante.
Un beso, Noelia.
¡Qué buena reflexión!
ResponderEliminarEn alguna ocasión se pide ayuda, si es necesario, por lo general, suelo resolver mis cosillas, pero potenciar y aprender siempre lo tengo en cuenta.
Me cala esta entrada, muy interesante.
Besos.
Me ha encantado el post de hoy. A mí antes me costaba mucho pedir ayuda pero con el tiempo vas aprendiendo que tú sola no puedes (ni tienes que poder) con todo. Un besote
ResponderEliminarQue tal Noe! buen inicio de semana!
ResponderEliminaryo diria lo mismo que Lucia, la chica de arriba mio. Antes era onder woman ahora me permito no ser tan estricta, soy mas buena conmigo misma, es que estare reblandeciendome? ya estoy muy mayor, amiga!!! XD jajaja
Un besote.
quise decir wonder woman. No onder woman :D
ResponderEliminarDesde los 17 años he estado muy lejos de casa y de la familia, si te digo la verdad me las he tenido que arreglar bastante solo, luego te casas y ahí tienes un buen apoyo donde pedir ayuda y resolver problemas, seguramente a lo largo de mi vida he tenido que pedir a otras personas pero ahora no recuerdo, seguramente por que hayan sido demasiadas veces.
ResponderEliminarSaludos
Muy intresante. Pedir ayuda no es debilidad, seguro. Pero delegar todo y siempre es no querer crecer.
ResponderEliminarPor encontrar el equilibrio. Un abrazo
Cuántas veces intentamos no pedir ayuda y hacerlo todo nosotras mismas, pero por salud mental hay que saber delegar tanto en casa como en el trabajo. Podemos ser bastante autosuficientes, pero no somos dioses que todo lo puede, simplemente humanos.
ResponderEliminarUn post que lo describe de modo sencillo.
Besos.
Pedir ayudar y realmente necesitarla es síntoma de equilibrio emocional, de tal vez estar en la mala pero bien ubicado en dimensión...
ResponderEliminarAbrazo grande, amiga.
a mí me cuesta mucho pedir favores, me siento mucho más cómodo haciéndolos que recibiéndolos.
ResponderEliminaren cuanto a las emociones, con el tiempo me he ido volviendo cada vez más reservado. aunque a veces puedo encontrar el clima adecuado para abrirme un poco más... tampoco mucho. ^_^
besos!!
Y me cuesta pedir...pero ayudando voy primero!!
ResponderEliminarYo creo que recibir ayuda es muy importante. A veces no la pedimos porque te la han negado varias veces, o por perfeccionismo inútil (luego te acabas dando cuenta ji,ji) porque no quieres sobrecargar a alguien ... pero pienso también que no es buena costumbre hacer siempre las cosas por uno mismo, hay un término medio.
ResponderEliminarBesos Noelia!!