Con la práctica de ejercicio regular y el hecho de que muchos de los ratos que ando "activa" los dedico a caminar (por senderos, habitualmente, con grandes cuestas como es lógico en zona montañosa) mis pies me han recordado que en invierno también existen. Máxime si los utilizas más que antes, como me está pasando a mi. De esta manera, he decidido ser regular con sus cuidados este invierno y dedicarles un ratito extra dos veces a la semana. Alguno de los productos es común al cuidado de las manos, y por eso de paso le doy un repasito aquí también a esa zona.
Os cuento hoy cómo lo hago.