El texto de hoy me vino una noche, mientras leía. De repente vi mi mano, apoyada sobre la mesa, cercana al libro y...
Quizás era otoño, con esas tardes que se vuelven noche casi de una forma traicionera.
Quizás fuera llovía.
Se me había hecho tarde y andaba terminando unos deberes. Era casi la hora de dormir y yo me aplicaba, sobre mi cuaderno, en la mesa del salón donde mis padres terminaban la cena.
Entonces, casi sin levantar la cabeza de la hoja cuadriculada, las vi. Las manos de mi madre.
Las uñas cortas y limpias, la piel algo ajada, sobre los nudillos, que sobresalían huesudos, recordaba a los dibujos de las zonas desérticas de mi libro de sociales.
Los dedos algo rojizos en alguna falange, como si hubieran estado quemándose al sol.
Sus venas, hinchadas, que parecían raíces.
“Estará cansada” - pensé. Mi madre trabajaba duro, y sus manos eran un reflejo. Unas manos que acariciaban, que sanaban y que acogían, pero algo avejentadas ya.
Y de repente, anoche mientras leía, me miré las manos y las vi.
Allí estaban.
Las manos de mi madre.
Great article good blog. I followed your blog ok. Thx
ResponderEliminarEstamos en fechas de recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
Muy bonito. Yo también me veo reflejada. Un beso
ResponderEliminarQue bonito Noe!!!A mí me dicen que cada vez me parezco más a mi madre no hay un piropo más bonito
ResponderEliminarBonito recuerdo. Has hecho que me mirara las manos, pero creo que en este aspecto he salido más a mi padre, mi madre a pesar de la edad y la artrosis tiene unas manos y unas uñas muy bonitas.
ResponderEliminarBesos.
Precioso relato, Noelia. Me ha gustado mucho y me has recordado las manos de mi madre. Abrazos
ResponderEliminarMuy bonito!!
ResponderEliminarPrecioso!!! Mis manos son iguales a las de mi madre. Recuerdos ! Besos
ResponderEliminarQué bonito, Noelia, esa ternura de las manos de tu madre la has sabido llegar hasta mi corazón. Preciso. Besos.
ResponderEliminarMuy bonito el relato
ResponderEliminarUfff, yo el otro día ví CLARAMENTE las ojeras de mi abuela. Era yo frente al espejo.
ResponderEliminarHola ^^
ResponderEliminarUn maravilloso texto, me ha encantado
Muchas gracias por compartirlo
Un abrazo ♥
qué bonito relato, conectando el pasado con el presente. te imagino de niña, haciendo los deberes. de algún modo ahora también los haces, cuando preparas las clases que vas a dar y otras tareas docentes.
ResponderEliminartus manos son muy bonitas, y seguro que las de tu madre también lo eran.
Qué bonito escribes, me ha encantado, en tan pocas líneas lo que eres capaz de trasmitir.
ResponderEliminarClaro que me ha gustado, las manos son las que curan, acarician, elaboran, una vez leí: “Donde no andan manos de mujer, ¿qué cosa delicada puede haber?.” Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué inmenso relato! Dice tanto en pocas palabras Noe!
ResponderEliminarPrecioso., me ha encantado
Va mi abrazo
Somos en buena parte un reflejo de nuestros padres, en lo físico y en las costumbres que arraigaron en nosotros. Y a mi me parece que recordar con amor a nuestra madre o a nuestro padre, es síntoma de que lo hicieron bien.
ResponderEliminarUn besito!!
Ay, que hermoso, que atmosfera tan nostalgica y reflexiva describiste, es muy emocionante.
ResponderEliminarLe diste ese toque emotivo que simboliza la herencia y la conexion con mama, con la figura materna.
Gran sensibilidad poetica la tuya Noe, en unas fechas clave.
Un beso y un abrazo.
Precioso, Noelia, me ha encantado 🥰
ResponderEliminarPrecioso y lleno de ternera
ResponderEliminarFelicitaciones por darle forma a tu sentimiento en un texto tan entrañable...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Feliz Navidad... Y si suenan cohetes cuida que Nana no se asuste como hago con mi Sessy...
Me has emocionado porque todas hemos sentido alguna vez ese pellizco cuando reconocemos las manos de nuestra madre en las propias.
ResponderEliminarEs una belleza de relato, Noelia.
Besitos
Noelia, nos dejas una gran lección...Tu amor a tu madre y esa preciosa conexión a través de vuestras manos...Ella habita en ti y tú sigues en su mente, esté donde esté, porque la sincronía entre cielo y tierra es una realidad.. Mi felicitación por tus buenas letras y espero que pases unos días entrañables con los tuyos. Mi abrazo grande y mi cariño, Noelia.
ResponderEliminarPrecioso texto, y preciosa reflexión. Cómo la vida nos va acercando cada vez más a nuestros mayores y somos capaces de entenderlos mejor. Besos!
ResponderEliminarMuy bonito relato. Besos 💋
ResponderEliminarSí, que me ha gustado, Noelia. Me ha parecido un texto muy bien escrito y muy conmovedor.
ResponderEliminarUn beso y ¡Felices Fiestas!