La semana pasada me apunté al reto de escritura de contar una leyenda de la tierra de una, en este caso elegí "La casa de los espejos", que es una leyenda gaditana. Te dejé escrita la primera parte y hoy finalizo. Espero que te guste.
- Pero padre… Doña Consuelo…no me gusta – Dijo Encarnita bajando sus enormes pestañas en un gesto de cierto desconsuelo, mientras sus mejillas se teñían de rojo.
Esta joven, a la que todos seguían llamando Encarnita pese a que era prácticamente una mujer, no entendía aún que Don Luis fuera a casarse de nuevo. Y Don Luis lo comprendía, pero no estaba dispuesto a ceder: necesitaba rehacer su vida y Consuelo le había traído de nuevo una ilusión que creía muerta. Es cierto que no terminaba de encajar con Encarnita – y que tampoco es que se esforzase en hacerlo – pero la muchacha tenía ya edad de sobra para comprenderlo.
- Poco a poco, Encarnita. Verás cómo os entendéis. Ahora, déjame que parta tranquilo: el frío norte me espera. Ya sabes que a la vuelta, prometo traerte un nuevo espejo…y te aseguro que será único y especial.
Y así fueron pasando las idas y venidas. Últimamente, Encarnita parecía a cada vuelta más delgada, más pálida y ojerosa. Don Luis pensó qué quizá la chica tuviera mal de amores, no en vano estaba en la edad propensa a ello. Lo que no sospechaba era que la enfermedad de Encarnita, lenta pero implacable, venía de las gotitas de arsénico que cada dos o tres noches, con una paciencia infinita, Consuelo vertía en la infusión que la chica tomaba antes de irse a la cama. Esa mocosa protestona era un problema porque además, Consuelo ya estaba gestando una nueva vida, que era la que debería heredar todo lo conseguido por Luis, en vez de esa niña caprichosa y su chaladura de los espejos.
A la llegada de Luis de Chipre, una noticia terrible le esperaba.
- ¡Pero dios mío! – gritaba Luis - ¿Cómo no me mandasteis avisar, por el amor de dios!
La imagen del caballero, siempre tan correcto, ahora mesándose el cabello, llorando y gritando como un orate, parecía no corresponder a la misma persona que todos conocían. Encarnita, su Encarni, su niña… había fallecido hacía apenas dos semanas, de unas terribles fiebres. La muerte de su mujer y ¿ahora esta? ¿Qué clase de maldición le rondaba?
- Mi amor, mi buen Luis, cariño mío… - le hablaba Consuelo despacio, y en calma, como intentando contagiarle su sosiego – No tenía ningún sentido hacerte venir porque habrías tardado lo mismo: dos semanas. Procedimos al entierro de Encarnita, el padre Juan le dedicó misas y salves, y ahora aquí estamos, afrontando cada día su partida.
Los ojos verdes de
Consuelo derramaron una única lágrima perfecta, brillante como el cristal.
En su delirio, Luis paseaba como
un león enjaulado. ¡Se sentía tan impotente, tan desgraciado! ¡Él, que lo había
tenido todo! Arrastrándose como un pobre diablo, entró al cuarto de la niña,
apenas incapaz de afrontar la estampa de su dormitorio vacío.
Cerró la puerta porque necesitaba
estar solo, y se sentó en la cama de la niña a llorar. Se agarraba la cabeza
entre las manos, gimiendo e hipando, cuando un leve movimiento le llamó la
atención: en el espejo que le vendió aquella santera yoruba parecía que se
reflejaba algo.
Luis se acercó, para ver mejor…¡eso
era imposible! Dentro del espejo vio a Consuelo, pero no vestía como hoy.
Consuelo, con su bata de estar en la casa, preparaba una infusión y en ella
vertía unas gotas de algo. Luego se la llevaba a Encarni. La imagen se repetía
una y otra vez, pero Consuelo y Encarni parecían diferentes en cada ocasión:
Encarni iba palideciendo, adelgazando…desapareciendo.
Así que Luis lo comprendió todo.
Dominado por una ira salvaje y animal, arremetió contra Consuelo y de un
empujón, la hizo caer escaleras abajo, adonde la malvada asesina cayó en una
postura imposible que delataba su final.
Desde entonces, ese majestuoso
palacete no ha vuelto a ser ocupado, y mira que han pasado años. Está
abandonado y se rumorea por los corrillos gaditanos que, si te cuelas por la
noche, aún puedes encontrar dentro de él algún espejo, que te cuenta la
terrible historia de Encarnita y su padre.
Te dejo un vídeo donde puedes ver la verdadera Casa de los espejos que inspiró esta leyenda:
Vaya historia!
ResponderEliminarUna historia impresionante. Un beso
ResponderEliminarQué triste y qué pena la pobre Encarni morir de ese modo. Suerte que el espejo reveló la verdad y la malvada Consuelo no quedó sin castigo.
ResponderEliminarBesos.
No conocía la historia, gracias por compartirla. Qué importante es hacer caso de las advertencias y escuchar un poco más,...Besos!
ResponderEliminarMe ha encantado la historia, pero en especial tu forma de narrarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena y feliz día.
La magia de los espejos en una historia llena de moralejas y reflexiones. Un lujo leerla.
ResponderEliminarQué pena que los celos de esa malvada mujer dejara sin vida a Encarnita, no me extraña nada la reacción de su padre a ver la escena del crimen reflejada en el espejo. Son leyendas , pero quién sabe si en ellas hay mucha verdad encerrada. Un placer leerte. Besos , feliz día.
ResponderEliminarImpresionante Noelia, ¡gracias por esta historia! Besos :D
ResponderEliminarLovely descriptions! All the best to your writing challenges!
ResponderEliminarCaitlin&Megan
Ivy's Closet
Ellie
Buena historia
ResponderEliminarLeyendas que recogen retazos de verdad.
ResponderEliminarMe encantó el desenlace
Besos
¡Una historia super interesante!
ResponderEliminarBesos
los adolescentes tienen su intuición para saber si alguien es o no de fiar, y no debe subestimarse. por desgracia, encarnita estaba en lo cierto.
ResponderEliminarpero el espejo mágico reproducía las escenas reflejadas en él, y así don luis pudo descubrirlo todo.
el arsénico, desde pequeño me sonaba que era un producto tóxico, por haberlo leído en libros y comics. luego, cuando estudiamos la tabla periódica, supe que el arsénico era un elemento. me intriga que un elemento que no ocupa ningún lugar destacado en la tabla periódica pueda ser tóxico. supongo que su configuración electrónica lo hace afín a ciertas reacciones químicas dañinas...
una historia muy interesante, noelia. besos!!
Te quedo excelente, especial para estas fechas; me gusto el espejo justiciero!!
ResponderEliminarUn besote.
Impresionante, un relato muy bien elaborado, y con una historia que engacha.
ResponderEliminarPor los espejos. Un abrazo
Qué pasada, me ha encantado
ResponderEliminarHola!! me gustó mucho leer tu historia, wsta genial. No conocía la casa, me parece muy interesante. Besos
ResponderEliminarTremenda historia Noe! Me ha encantado tu narrativa.
ResponderEliminarDeja varias reflexiones entre líneas.
Gracias por compartirla y también el vídeo.
Beso
Lástima que acabe tan trágicamente, es un historia singular y por lo que veo con base en un hecho real, ha sido un relato interesante.
ResponderEliminarBesos!!
Dio ganas de ir a visitarla 🤩🤩🤩 muchas gracias Noe por sumarte a la iniciativa 💀 ya esta compartida en las redes del blog 🖤
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
Una historia tan bien narrada que te quedan ganas de leer una continuación. La forma de presentar a la pobre Encarna y su relación con la pérfida Consuelo, es directa y cruda, como corresponde a la condición de asesina de esta.
ResponderEliminarEl frío norte esperaba a Luis pero algo mucho peor le aguardaba en casa. Qué bien retratas la revelación del espejo. Quién sabe qué intrigas podrían resolverse gracias a un objeto así.
Te invito a leer mi último relato, con el que participo en el Vadereto de noviembre:
https://marcosplanet.blog/el-dragon-la-princesa-y-la-dama-de-honor/
Gracias de antemano.