La convocatoria de esta semana viene de la mano de El demiurgo de Hurlingham. Él nos daba 13 tramas muy concretas, para que eligiéramos una y la desarrollásemos en el relato. Siempre me pasa igual, no sé decidirme...me tienta dejar mi imaginación volar con todas...así que cogí la última.
Dice así: "Al despertar, un personaje tiene la visión de una cortina roja y amarilla. Una visión que no se disipa. ¿Qué hay detrás de la cortina?"
Y ahora te cuento qué salió.
Sueños lúcidos.
Tenía la costumbre de anotar sus sueños en un cuaderno de
tapas doradas. Lo llevaba haciendo tiempo con la esperanza de tener sueños
lúcidos, desde que leyó un artículo de esos que salen en las noticias del
móvil. “Cómo manipular tus sueños a tu antojo”, se llamaba. Y aunque sospechaba que sería otra tontería, le dio una oportunidad a los consejos.
Cuidó su higiene del sueño, cenando poco, acostándose no muy
tarde con ropa holgada y con su cuaderno en la mesita de noche. A lo largo de
una semana, ni siquiera había conseguido recordar lo que soñaba, a la mañana
siguiente.
Estuvo a punto de claudicar, pero si algo era…era
persistente. A los diez días consiguió un pequeño avance: nada de sueños lúcidos,
pero al menos recordó algo. Tenía la visión como de un túnel a toda velocidad y
al final del mismo, había unas cortinas rojas y amarillas. ¿Por qué diablos
soñaría cosas tan raras? ¡Para una vez que recuerda algo, no tiene ni pies ni
cabeza!
Ese día se levantó de mal humor: tenía que dejar ya de creer
en supercherías. Ya le había pasado hacía unos meses tras ver un vídeo sobre la
ley de la atracción. Estuvo siguiendo las pautas de la Youtuber y lo único que
atrajo fue un constipado por salir a la terraza a pedir deseos a la luna llena.
Iba pensando también en aquella vez que, por escribir sus
deseos en un papel y quemarlo con alcohol de romero, casi prende fuego a la
cocina. “Si es que no tengo remedio…”- se decía.
Y de repente…”¡Pum!”…sintió un topetazo que le hizo perder
no solo el hilo de pensamientos, sino también el sentido: iba tan distraído que
no vio la motocicleta abalanzarse sobre él, que cruzaba en rojo el semáforo.
Lo siguiente que pudo percibir fue un largo pasillo: le
llevaban dos celadores a toda pastilla sobre una camilla, hacia una puerta.
Curiosamente, estaba cubierta por unas cortinas rojas y amarillas, que no tenían ningún sentido en un lugar como aquel.
“Pues el sueño no sé – se dijo – pero la realidad está
siendo demasiado lúcida para mi gusto”.
mas que sueño lúcido, pesadilla que se hace realidad!
ResponderEliminarVaya con el sueño, pero seguro que el accidente fue otro sueño, unas cortinas rojas y amarillas en urgencias parece raro, aunque a veces la realidad supera la ficción.
ResponderEliminarBesos.
Me encanta lo que haces Te felicito
ResponderEliminarQué bueno!!!
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo.
El sueño era premonitorio pero no supo interpretarlo.
Aplauso para ti.
Besos.
Le pasa por hacer y querer soñar con tonterias.
ResponderEliminarSaludos
Ay pobre, tanto intentar atraer cosas y solo pilla resfriados y accidentes, además del conato de incendio.
ResponderEliminarMe ha encantado, enhorabuena.
Feliz jueves.
Eslo que pasa cuando vásmirando tanto a lo lejos que te pierdes lo que tienes al lado y te atropella. Besos!
ResponderEliminarUn buen relato
ResponderEliminarBesos
Pues para recordar los sueños te recomiendo romperte una costlla. Yo nunca recuerdo ningun sueño, pero ahora que me he lesionado una costilla, cada vez que te mueves en la cama, te despiertas por el dolor, y recuerdas perfectamente lo que estas soñando. La mayoria son una mierda de sueños. Yo vi un reportaje el otro dia sobre los sueños lúcidos y no lo veo muy claro. Eso de ser consciente dentro de un sueño, de que estas en un sueño, y los trucos esos para confirmarlo, no sé no sé. A mi nunca me ha pasado nada ni remotamente parecido . Pero bueno... a ños que les pasa , pues genial.
ResponderEliminarAbrazoo
Noelia me encanto tu historia , yo soy mucho de creer en los sueños, creo que ellos nos hablan de algún modo, y en esta ocasión mira ese túnel al final apareció.
ResponderEliminarMuy bien llevada la historia, gracias guapa. Un besote grande.
¡Muy bueno Noelia! ¡Me ha encantado! Y ese final... maravilloso. Besos :D
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola!! un relato genial, hay que tener cuidado con lo que se desea. Me encanta la palabra supercherías, la escuché un dia en una canción, es genial. Besos
ResponderEliminar¡Hola! Yo no suelo recordar lo que sueño, será que tengo poco tiempo para dormir, pero siempre me ha parecido muy curioso el mundo onírico. En este caso más que sueños lúcidos, eran premonitorios, pero de esos creo que yo no quiero ¡Besos mil!
ResponderEliminarMe encantan los jueves de relatos Noelia, y este me ha parecido muy entretenido. Espero el proximo. Un beso
ResponderEliminarwow... this story about lucid dreams sounds really inspiring! And a little bit scary:)
ResponderEliminarMuy buena creación, la realidad siempre es mas sorprendente que los sueños, y tu nos has sorprendido con un sueño y un final genial, inesperado. Un abrazo
ResponderEliminarHurgar en los sueños a veces puede traer graves consecuencia s jejeje. Buen relato el que nos dejas. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bueno el relato, me ha encantado el juego con tema del sueño lúcido, aunque el final se resolviera más bien por ensueño o atolondramiento del personaje. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muito bom teu conto, gostei da narrativa e tem um final inesperado! Gostei muito do teu blog e já te sigo. Te convido a conhecer o meu e me seguir. Abraços ;) https://botecodasletras2.blogspot.com/
ResponderEliminarMuy bueno, y las frases finales contundentes. Saludos
ResponderEliminarYo recuerdo la mayoría de mis sueños, además, los puedo provocar y enlazar. Cosas de la mente. Los sueños no son coss tonta. Solo que no siempre los comprendemos o nos paramos a recrear los detalles.
ResponderEliminarBuen relato, Noelia
Besos
Muy buen relato, para mi sobretodo, por la moraleja de no copiar las tonterías que proponen " youtubers" de moda y cabeza hueca. Sobre los sueños coincido con Mag en que no son cosa tonta. Al contrario, nos pueden decir mucho de nuestro inconsciente pero hay que saberlos interpretar. Besos, Noelia.
ResponderEliminarpremonición no cabe duda, recibías señales y no llegabas a interpretarlas. O quizás Un dèja vú? Un abrazo
ResponderEliminarBuena historia, que suele suceder, se diria que son sueños premonitorios. Me causo gracia que no se le cumplian los deseos, solo atrajo un resfrio y en otra ocasion casi prende fuego la cocina, jajaja!!!! que graciosa sos, muy ocurrente!
ResponderEliminarSaludos.
Muy original Noelia :-)
ResponderEliminarBesos.
quizas sean premoniciones, supongo estas visiones siempre son mensajeros de malas noticias
ResponderEliminarhay sueños muy nítidos y otros que apenas se recuerdan vagamente. y la mayoría de las veces, ni siquiera recordamos haber soñado.
ResponderEliminarlo de la ley de la atracción, no lo llevo yo muy claro. el libro 'el secreto' de rhonda byrne estuvo muy de moda hacia 2007-08.
el protagonista del relato se obsesionó demasiado con estas cuestiones...
besos!
Uff da cosilla ver que de cumple no?...un relato muy entretenido, saludos!
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