¡Casi no llego! Esta semana, como estuve fuera de puente, he entrado a lo justo a la convocatoria de los "relatos jueveros". Pero bueno, ayer mismo, a la tarde noche, saqué un rato para dejar volar mi imaginación con el reclamo "El manuscrito robado" que nos dejó Myriam, del blog "De amores y relaciones" en esta entrada. Ahí mismo podéis ver quien más participa.
¡Te dejo por aquí mi relato!
EL MANUSCRITO ROBADO
Oculto, tras la puerta, apretaba
contra sí aquel valioso manuscrito. Su corazón latía con un ritmo
desacompasado, loco, excitado.
¡A su edad! No lo habría creído
si llegan a contárselo. A punto de jubilarse, y meterse en tamaña aventura.
Pero no podía dejarlo pasar, por principios.
Entre sus manos contenía una
prueba inefable que no podía seguir oculta por más tiempo. Eso sí, si llegado
el momento, lo pillaban in fraganti, perdería todo el prestigio labrado durante
décadas. Así que tenía que hacerlo bien.
Consultando la hora, trotó de una
manera poco elegante pero bastante efectiva a lo largo del pasillo y llegó, a
lo justo, a la puerta del transporte escolar de aquel instituto de enseñanza
secundaria en el que llevaba trabajando más de cuarenta años.
Muchos alumnos dirían de él que
era un gruñón, pero no sabían que, como cualquiera, tenía su corazoncito. Y con
los años, además de más sabio (tenía más psicología que, como dicen, el que
está tras la barra de un bar)…se estaba enterneciendo.
Por eso, tras ser testigo de las
eternas miradas de bobo enamorado, después de leer los descarados sonetos presentados
como trabajos de poesía – no dejaban lugar a dudas – y, finalmente, encontrar
aquel manuscrito en el que Juan González, de primero de Bachillerato, declaraba
su amor incondicional y apasionado por Carmen María Ibáñez, del mismo curso…
tenía que hacer algo ¡ya!
¡El muy pazguato no se daba
cuenta que ella estaba también pillada hasta las trancas por él! El profesor,
que los observaba a ambos desde su atril, desde primeros de curso…bien que lo
sabía. Decidió que la causa, bien merecía pringarse.
¡Y vaya si lo hizo! De camino al
autocar metió el pie en un charco y se salpicó entero sus modestos pero
elegantes zapatos de profesor de literatura.
-
¡Carmen, Carmen! – Gritó con su voz cascada –
Toma, te dejabas este manuscrito.
-
Pero…profesor Jorge, este cuaderno no es mío…
-
Lo sé – dijo el docente, clavando sus ojos
verdes en ella con la mirada más convincente que conocía – pero debes leerlo.
Y con una sonrisa, mitad celestina, mitad templario, se volvió satisfecho a su
despacho.
Me resulta entrañable el corazoncito de ese gruñón sabio.
ResponderEliminarUna buena obra que iluminó a dos corazones ciegos.
Besos.
Gracias, Toro.
EliminarEsa era la idea.
Besitos.
mira que majo el profe
ResponderEliminar¡Un cupido moderno!
EliminarBesitos.
qué bonito!!!👏👏👏
ResponderEliminarGracias, guapa!
EliminarQué forma de meterse en un jardín😂😂😂
ResponderEliminarEntre amantes y hermanos, menjor no meter las manos.
Besos!
Bueno, como es ficción, se lo perdonamos.
EliminarUn besito.
Me ha encantado el relato, una historia muy tierna. Un beso
ResponderEliminarMe alegro mucho, Asun!
EliminarBesitos!
Hoy me voy con muy buen sabor de boca (como siempre en realidad de tu blog) con este profesor celestino. Seguramente más de una historia hubiera llegado a mejor puerto con más celestinos desde el atril de las aulas ¿no crees? ¡Besos mil!
ResponderEliminarPues mira, yo del tuyo siempre me voy con la boca echa agua, ¿será el karma? Jajaja
EliminarUn abrazo, querida Cuca.
qué bonita historia! el profesor hizo de "celestino", por decirlo así. ;) con su experiencia, podía leer entre líneas los textos de su alumno, así como observar el comportamiento de la compañera a quien iban dirigidos.
ResponderEliminarnunca sabremos si algunos amores de juventud que hayamos podido tener, también sentían lo mismo. ^_^
abrazos!
Tenía experiencia, él mismo lo dice! Jajaja
EliminarEl atril, da "calle", como dicen mis hijas,jajaja
Un abrazo, Chema!
Jo, me ha gustado un montón.
ResponderEliminarLa veo una historia muy real.
Un besazo, bombón.
Gracias, Rebeca!
EliminarUn beso, linda.
so pretty!
ResponderEliminarThanks, dear!
EliminarQué rápido pasan las semanas!
ResponderEliminarComprobado que todos tenemos un corazoncito y que el amor mueve montañas.
Besos.
De verdad, cuando me quiero dar cuenta ya es jueves otra vez.
EliminarBesitos.
Ese sí que es un manuscrito valioso y vaya profe, unió seguro a dos enamorados que no se sabían mirar... O presentir.
ResponderEliminarMe encanta Noelia
Besos
Era todo un cupido, el caballero.
EliminarUn abrazo y mil gracias.
Muy entretenido. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Joanna. Me alegro mucho.
EliminarUn abrazo.
Otra vez no he llegado a tiempo al relato, el tuyo como siempre me encanta. Al principio pensaba que iba a ser algo de espías, y mira con lo que me encuentro jajajaa. Felicidades!
ResponderEliminar¡Esa era la idea! Que pareciera algo mucho más "serio" XD
EliminarBesitos.
Todo corazón gruñón....guarda mucho amor en su interior. Muy bonito Noe! Saludos!
ResponderEliminarGracias, guapa! Me apeteció dar ese toque tierno.
EliminarBesos.
Qué buen relato, me encantó. Felicitaciones. Me gustó mucho
ResponderEliminarAbrazos
¡Me alegro muchísimo!
EliminarUn abrazo.
¡Te ha quedado un relato muy tierno con este profe celestino!.
ResponderEliminarQue bueno que llegaste a tiempo, te cuento que Olvidaste dejar el enlace al relato en mi blog.
Menos mal que me vine a tu blog a ver si habías alcanzado a escribir, tal como me habías anunciado.
Quiero agradecerte mucho tu participación en mi convocatoria. Besos, Noelia.
Ay, Myriam! Es que como programo los posts, a veces paso por alto esos detalles porque ando liada con otras cosas.
EliminarMuchas gracias por pasarte, lo agradezco muchísimo.
Un abrazo.
Me encanto, muy bonito, saludos:D
ResponderEliminarGracias, Bruja Lilith! Me alegro mucho.
EliminarBesos.
Un relato muy bonito y entrañable. Y es que el amor es mejor que no quede en secreto.
ResponderEliminarBuen corazoncito sí tenía el profesor.
Me ha gustado mucho.
Besos.
¡Mil gracias, José Luis! Esa era la idea, transmitir ternura.
EliminarUn abrazo y gracias de nuevo.
Un profe muy al quite para hacer parejas. Muy chulo.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja un profe un poco Celestino.
EliminarBesos!
Parece que hará de cupido el profe. Jeje. Buen relato! Un abrazo
ResponderEliminarEso parece, sí!
EliminarUn abrazo, Mónica!
Llegaste justa a tiempo para dejarnos un sabor de boca dulce de verdad. Hacer de celestino le vino bien, seria el broche de oro para su jubilación. Me gusto Noelia gracias por escribirlo. Un besote grande.
ResponderEliminarMuchas gracias, Campirela! Disfruto mucho, gracias a ti por la convocatoria.
EliminarBesitos.
Sin lugar a dudas era una buena persona.
ResponderEliminarA mi me pareció tierno!
EliminarBesos.
Jaja. Muy tierno pero para los años wue tiene poco sutil y menos anónimo. Creo wue también tenía un poquito de afán de protagonismo. Cuando los enamorados envejecen recordsrsn en dos mecedora, por causa de wuien están juntos.
ResponderEliminarJaja es broma
Bediss Noelia
Fíjate si tiene afán de protagonismo que es el protagonista de la historia! Jajaja y obviamente, como es ficción, le perdonamos la poca sutileza.
EliminarUn besito.
Un divino el profe templario! **•̩̩͙✩•̩̩͙*˚
ResponderEliminarJajaja total!
EliminarUn besito.
Muy bonito el relato
ResponderEliminarUn beso
Jo, qué profe tan majo, así da gusto.
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato y feliz tarde.