jueves, 25 de noviembre de 2021

Un jueves, un relato (IV): Pasillos

Siempre que leo en los comentarios que a alguien le gustaría que siguiera el hilo de los relatos, me hace mucha ilusión, porque eso deja manifiesto que gusta leerlos. Así que cuando vi como reclamo, en el reto de esta semana, la palabra “pasillo”…me pareció casi providencial.

No digo más nada y simplemente, dejo aquí mi última ocurrencia ;)




Pasillo

No me lo podía creer. Que yo misma, que conocía la facultad y sus pasillos, como la palma de mi mano, anduviera escondiéndome como una adolescente por cada recodo…con el corazón a mil…me lo dicen y no me lo creo.

Un corazón, por cierto, que no me pertenecía: cuando choqué con aquel profesor, perdí el conocimiento y desperté en su cuerpo, el propio cuerpo tenía tal impronta adquirida, que fui a dar clase a segundo casi sin planteármelo.

¡Menuda clase di! Porque claro, el cuerpo era suyo…pero los recuerdos se ve que no se habían venido con su sustrato físico (por cierto, si os parece que mi vocabulario no es de limpiadora, tenéis toda la razón).

Me estoy formando: llevo seis meses fingiendo ser un señor catedrático. Y pienso seguir haciéndolo todo el tiempo que pueda. ¡Me encanta mi nueva vida!

Me mima mi mujer, cuando llego a casa por las tardes. Me miman mis nietos…oye, es que le estoy cogiendo el gustillo hasta al brandy que me echo todas las tardes mientras preparo clases para el día siguiente y acaricio a Max, mi gato persa.

¿Qué estoy siendo egoísta? Pues bastante…pero ni os imagináis lo feliz que estoy haciendo a todo el mundo. Mi mujer, encantada de que ya no sea un gruñón: me dice que se siente comprendida y que le encanta conversar conmigo últimamente.

Mis nietos, locos porque los llevo al parque y los consiento con alguna golosina. Las alumnas y los alumnos…¡ni te cuento! Me dicen que mis clases son más amenas que nunca.

Así que, aunque a veces, cuando atisbo a lo lejos del pasillo a la señora de la limpieza del ala derecha de la facultad (con el tiempo justo para girar velozmente en otra dirección o meterme en cualquier aula a disimular) o la veo pasar de espaldas con ese andar cansado que la caracteriza…me siento un poquito mal. Pero me consuela pensar la alegría que he traído a las personas que forman parte de la vida del Señor Catedrático.

¡Espero que te haya gustado mi propuesta! Como siempre, puedes leer muchos otros relatos en este post de Molí del Canyer.

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!

60 comentarios:

  1. Un choque fantástico.
    Nunca un accidente laboral tuvo tan buenas consecuencias.
    Aunque me temo que el cuerpo de la limpiadora lo habita ahora un ser gruñón.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Me estoy aficionando a esto de los relatos, me encanta como escribes.
    Muy bueno día!!, bueno con frío, pero buen día al fin y al cabo.
    Bs.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Qué alegría.
      Aquí también amaneció hoy muy frio.

      Eliminar
  3. Muy bien, en ese pasillo, un choque actuó como intercambiador de personalidades, muy interesante, me ha encantado

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Dos mundos opuestos que al unirse son casi perfectos, pero imagino que la limpiadora se ha quedado con los recuerdos del profesor, jejeje.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Se puso a estudiar para poder encajar en su nueva vida! En el relato lo explica.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Me gustaría saber qué opina el catedrático de su vida de limpiadora, y si ha planeado ya cómo volver a su vida.
    Besotes, guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver qué se me ocurre y a ver de qué va el reclamo de la semana que viene.
      Abrazos.

      Eliminar
  6. Me tienes totalmente enganchada a la historia!!!! Habrá otra entrega, no???.
    Deseando leer la continuación!
    Un besito guapa. Por cierto, soy Isa, que no se por què aparezco como unknown.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí! Me sales como Isa. Qué alegría verte por aquí.
      Un abrazo ♥

      Eliminar
  7. Un planteamiento muy interesante que da para pensar sin duda un gran cambio que está disfrutando

    ResponderEliminar
  8. ¡Me encanta!
    Qué bien que hayas continuado. Ahora toca saber qué piensa el catedrático/limpiadora.
    Muy feliz día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver si los hados son propicios y cuadra el reclamo del próximo jueves ♥
      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Me ha gustado mucho, un relato muy interesante.
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Me ha encantado tu propuesta. Un beso y a vivir guapa

    ResponderEliminar
  11. ¡Qué alegría de vivir me ha dado este relato! Ojalá todos tuviéramos una oportunidad así

    ResponderEliminar
  12. jajajajajjaja Noelia!! esas ocurrencias tuyas estaria buen que se den en la realidad de nuestra vida cotidiana, aunque sea unas horas, un intercambio con algunas personas, y luego regresar obvio a nuestras vidas. Me has dejado asombrada!!! Besosssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja la verdad es que podría ser muy divertido. Eso sí, volviendo luego, de lo contrario...¡qué miedo!
      Besos.

      Eliminar
  13. Hola!! me encanta, no me lo esperaba para nada, esta claro que para ella el cambio fue bueno, estaría genial conocer la otra parte jeje. Besos

    ResponderEliminar
  14. Muy atinada forma de continuar la historia de la otra semana jeje. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Tuve suerte con el reclamo, lo hizo muy sencillo.
      Besitos.

      Eliminar
  15. Un tremendo choque que le ha venido que ni de perlas. Ahora ya no quiere cambiar ni en broma, al igual que las personas y gato que la rodea. Todos han salido ganando con el cambio, menos la limpiadora. O sí?. Bueno, eso es lo de menos. Yo creo que estaba mejor con su yo anterior.
    Una muy buena continuación del anterior relato, repleto de imaginación, bien conducido y bien narrado con muy buen humor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya te digo, jajaja Ha sido ventajoso, sí.
      Un abrazo y muchísimas gracias por tus bonitas palabras.

      Eliminar
  16. Ya no querra volver a su ser anterior, este intercambio fue muy favorecedor para ella.
    Felicidades por tu gran imaginacion y talento.
    Abrazos *・῾ ᵎ⌇ ⁺◦ ✧.*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro! Ha salido ganando, jajaja
      Un abrazo y mil gracias por tus palabras.

      Eliminar
  17. Hola, me gusta mucho tu relato, me gustó realmente. Te visito y te sigo. Gracias por invitarme a este blog.
    Abrazo

    ResponderEliminar
  18. Noelia, muy bueno este cambio de identidad, se podría decir que el pasillo era como una puerta abierta a otra dimensión en la cual la transferencias de cuerpos era posible. Me gusto.
    Un besote grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira, una explicación plausible.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  19. Hola guapisima! Me ha encantado, con un relato tan cortito has montado una historia brutal, con sus giros y todo. Este nueva aporte a tu blog es todo un descubrimiento! Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Raquel. Fíjate que escribo desde siempre y lo que he tardado en arrancar,jajaja
      Besitos.

      Eliminar
    2. Te tienes que lanzar ya a la piscina total jejeje. Ya tengo ganas de tu próximo relato!

      Eliminar
  20. Esto requiere de una segunda parte. Me gustaria saber como lo vive la limpiadora con cerebro de catedratico. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uy, uy...ya serían tres!
      A ver de qué trata la próxima convocatoria.
      Besos.

      Eliminar
  21. Interesante y original, estos relatos son adictivos!! Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Yo me lo paso genial escribiéndolos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  22. está genial!! has continuado el relato anterior, esta vez desde el punto de vista de la limpiadora que se ha introducido en el cuerpo del catedrático. ella aportará un nuevo enfoque más cercano, realista y humano a la enseñanza...
    abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí! AL ver "Pasillo", me dije "esta es la mía"; jajajaja
      A ver qué toca el próximo jueves.
      Un abrazo.

      Eliminar
  23. Muy bueno Noelia, me ha encantado este cambio de personalidad.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Muchas veces he pensado en esa posibilidad de reencarnarte en otra persona que te llegue a gustar más que la tuya. me fastidiaría porque la verdad es que estoy muy a gusto donde estoy.
    Interesante relato-

    ResponderEliminar
  25. ¡Anda, el lado opuesto, la otra versión del relato de la semana anterior! Es una estupenda idea y lo has narrado con alegría, con entusiasmo. Así lo he percibido, como ciertamente, la señora tuviera esa personalidad dicharachera y divertida, espontánea que, recuerdo con temor a equivocarme, que le faltaba al hombre.
    Te felicito, Noelia.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  26. Llego un poco tarde pero finalmente comento *.*
    Me encantan las historias de cambio de cuerpos; es una premisa tan sencilla pero que da taaaaanto juego.
    Un besazo juevero

    ResponderEliminar
  27. Pues me sonaba tanto...pero hasta que no he leído el comentario desagradable, no me he dado cuenta de que era él lado opuesto del de la semana pasada.
    Un pasillo mágico que sirve hasta para cambiar de sexo.
    Yo también hago a veces lo de adoptar un texto para cumplir dos retos, aunque tú has cambiado también el punto de vista.
    Abrazo noelia

    ResponderEliminar
  28. Parece que ha sabido ocupar el lugar del profesor. Y en su familia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  29. Ay, qué gracia, justo hace un momento he leído la primera parte de éste y te pedía más sin saber que lo habías enlazado aquí... pues sigo queriendo más jajaja
    Besis

    ResponderEliminar