Estamos en la "sociedad de la información", aunque yo creo que
este término está mal usado. A menudo, es la "sociedad de la
DESinformación". Basta entrar en cualquier red social para
comprobar como "noticias" o artículos de diferente talante y con
distintas implicaciones se comparten hasta hacerse virales aunque a menudo
incluyan falacias no exentas de malicia.
Inmigrantes que cobran ayudas desorbitadas, científicos sin reconocimiento
que en realidad son actores porno o, si ir más lejos, bulos sobre fenómenos
como el COVID-19 abundan en nuestra realidad. Y a menudo, no es fácil
detectarlos porque no solo se comparten en rrss: a veces, la propia prensa, con
su política de morbo para atraer lecturas, cuenta verdades a medias o
directamente, ofrece una visión sesgada de la realidad.
¿Cómo tratar de que nos engañen menos? Hoy reflexiono sobre este tema en el
blog.