Desde hace un par de meses estoy pasando por unos problemas en la piel de los que aún no os he hablado. Sospecho que están relacionados pero como estoy en mano de profesionales médicos, que es donde hay que ir cuando pasan estas cosas...no quiero adelantarme hasta tener información profesional. El caso es que todo empezó por una dermatitis seborréica en mi cuero cabelludo pero ha degenerado también "rostro abajo" y yo, sospecho que es un problema alérgico. Me están haciendo un estudio del que os mantendré informadas (quizá mis elecciones sobre tratamientos tengan que cambiar por la piel, quizá no) pero como os decía, yo creo que empecé por la cabeza pero todo tiene que ver.
A estas alturas ya muchas sabéis que "mi distribuidora oficial" de maquillaje es mi grandisima amiga y compañera blogger Miss Potingues. Mi familia, quizá porque piensen que ya tengo material para tres vidas, quizá por casualidad (aunque me inclino más a pensar que es lo primero) suele regalarme otro tipo de obsequios (ropa y complementos) que van a ir saliendo en los posts de maquillaje y moda que suelo publicar.
Las que tenéis pelo con tendencia a enredarse sabéis lo importante que es utilizar herramientas específicas para evitarnos los incómodos tirones al desenredar el cabello. En mi caso, ya os he contado más de una vez que es mi hija pequeña la que, al tener pelo fino y rizado, su cabello tiende a formase nudos y la verdad es que es un detalle que nos ha hecho pasar muy malos ratos a las dos.
Como cada mes, es el turno de conocer impresiones finales sobre una serie de productos que he ido terminando en mis rutinas cotidianas. Hoy vamos a rematar... 
Hoy os voy a hablar de un producto por el que sentí "profundo amor" en las primeras aplicaciones, y con el que he tenido que cambiar mi rutina de lavado, sin embargo, para poder seguir utilizando.
