...pero, ante tanto vampiro,
bruja y muerto viviente, me veo en la obligación de contaros una historia. Una
leyenda. Para que estéis prevenidas.
Como cualquier muerto viviente
que se precie, la zombingue fue en vida una potinguera de pro. Atesoraba y
coleccionaba potingues de todo tipo, gama y utilidad. Incluso algunos, sin
utilidad aparente.
Hallaba su máximo placer en
recrearse ante su colección de placas, jumbos o glosses. Pero era un poco
imprudente, la verdad. La pobre potinguera no era vegana ni nada por el estilo
(menos mal, porque, ¿ qué leches come un zombie vegano? ¿Entra en los huertos a
la medianoche a escarbar nabos y zanahorias o qué?)
... y se jactaba de utilizar parabenos, siliconas
y cualquier elemento químico hecho potingue que le pusieran por delante...aluminios
y wolframios, a ella la traían sin cuidado.
(
Y claro, paso lo que tenía que
pasar. Una aciaga tarde, su ligereza de cascos la llevó a mezclar los efluvios
de la acetona con el equaleno de su propia base de maquillaje y sucedió lo
peor.
Así la encontraron. En el parte
de defunción: sobredosis de cosmética.
Como cualquier alma que muere en
lo mejor de la vida, este ente se negó en redondo a ir a ningún paraíso porque
allí no dejan a los del Corté Inglés poner franquicias, y se quedó vagando por
el mundo de los vivos.
Cada noche, y especialmente la
del 31 de Otubre, la zombingue dirige sus erráticos pasos hacia casas bien
surtidas de cosmética y arrasa en los neceseres de sus víctimas...
Aqui la tenemos con algunos de sus neceseres.
Su colección es digna del Guinness
...nada escapa a su mano trémula:
si guardáis los potingues en el baño, da con ellos en un pispás, pero no se
detiene ahí la cosa...
La pobre, por más que se eche no se quita la peste a muerta...
...si sois de las que tenéis
tocador en el dormitorio, aguarda debajo de la cama para poder arrasar a gusto,
provocando más de un infarto a alguna infeliz que la encontró ahí agazapada...
¡Como si hubiese contorno en el mundo de las vivas
capaz de atenuar esas ojeras!
No se os ocurra dejar la
contraseña de paypal fija en vuestro ordenador, porque la zombingue fue blogger
en su otra vida y aún recuerda, perfectamente, todos los entresijos de ebay.
...y por supuesto, si alguna de
estas noches llama a vuestra puerta, no esperéis trato, porque ella solo
pregunta...
¿Lipstick o eyeshadow?
No hay posibilidad de escapar.
No digan que no se lo advertí.
Créditos: Iiiiiiikeeeeer productions.