miércoles, 13 de septiembre de 2023

Lo que escribo (VI): Rayuela.

Esta semana el reto de escritura viene de mano de Molí del canyer, que nos propone juegos infantiles para inspirar nuestra participación. Yo he sido un poco rebelde, porque a pesar de que la propuesta era amplia, me he atrevido a rescatar un juego que no aparecía en su lista...pero que a mi, me encantaba de pequeña.

¡A ver si te gusta!




Rayuela.

¡Uno! La primera de la mañana, suena el despertador y le toca poner la cafetera, ir despertando a los pequeños y recordarle a Juan Carlos que hoy, además de recogerlos del comedor escolar, le toca llevar al grande a la extraescolar de ajedrez.

¡Dos..y tres! En el atasco de la M3 aprovecha para repasar las reuniones que tendrá, organizarse la mañana y la primera hora de la tarde y responder algunos audios de clientes. Menos mal que se acuerda de que su cuñada tuvo médico ayer para la revisión oncológica y la llama, ya de camino al aparcamiento.

¡Cuatro! Tras adelantar los informes y acudir a la reunión, declina elegantemente el ofrecimiento de su superior. Un congreso en Francia al que asistiría de buen grado si no sospechara que su jefe quiere algo más allá de lo estrictamente profesional.

¡Cinco, seis! Pausa para comer mientras llama a Juan Carlos y le recuerda que ella hoy, antes de volver a casa tiene una tutoría con el maestro de la pequeña para ver si finalmente necesitará atención especializada en el cole, porque no termina de arrancar con la lectura. Justo después, consuela a Concha, su compañera de despacho, que está deprimida porque el último de sus hijos se ha marchado a trabajar a Suiza y se siente muy sola.

¡Siete! Tras la cita con el maestro, llega al super cinco minutos antes de que cierren – y aguanta estoicamente la mirada de la cajera, que la odia por eso y con razón, – coge algo de verduras congeladas y pollo para la cena porque no cree que les dé tiempo a cocinar nada más elaborado.

¡Ochonueve! Juan Carlos ha bañado a la peque, pero ella prefiere que sea mamá la que le seca el pelo. Después de la cena, cuento para la chiqui (menos mal que el grande, ya lee solo).

¡Diez! Mientras se desmaquilla piensa “por dios, que Juan Carlos no tenga hoy ganas de jarana” y cae que, ella misma, hace semanas que tampoco. Al ver la almohada, piensa “’Rayuela” y deja caer su cabeza sobre el bendito lugar de descanso, recordando lo fácil que era llegar cuando dibujaba “la casita” en el suelo con su tiza y sus manitas de seis años.

Te dejo aquí enlace a la entrada de Molí del Canyer por si quieres ver al resto de participantes.

Gracias por seguir en este viaje. 

 Por muchos momentos bonitos



27 comentarios:

  1. Me encantaba jugar cuando era pequeña, aquí le llamamos xarranca, pero es mucho más fácil que la vida real.
    Besos.

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  2. Nunca he jugado a ese juego , pero me interesa como se hace ajajá. Y desde luego un poco estresante todas las tareas.
    Un beso.feliz semana.

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  3. Me encantaba jugar, pintábamos con tiza en la acera, entonces se podía jugar en la calle, tiene muchos nombres y el juego es anterior a la obra de Cortázar. Lo que me ha gustado además de recordar es tu manera de contar una jornada familiar.

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  4. Un triste jugar lleno de monotonía lo de esta señora. Perfectamente descrito. Seguro que muchas se sentirán concernidas.
    Un abrazo.

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  5. Yo jugaba mucho a este juego, lo dibujaba en el suelo, me encantaba.

    Un beso.

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  6. Uff no recuerdo yo que jugar a la Rayuela me estresara tanto como a tu prota!

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  7. Hola Noelia, perfectamente puedes hacer la mermelada de uva con la uva verde, te quedará muy buena también.

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  8. Hola! me gustó mucho el relato. En mi tierra se llama cascayu, jugaba mucho de pequeña. Besos

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  9. Muy original tu rayuela diaria y particular! Algo estresante y trepidante, como la vida misma! Ja, ja! Un abrazote!

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  10. Que ajetreado este juego, me causo gracia por los "malabares" que tiene quehacer en su larga jornada, amiga! XD
    Muy linda historia, te mando un besote!

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  11. Qué bonito post. Cortázar sacó provecho absoluto con su gran novela, Rayuela, un modelo para armar. Me has hecho recordar mi infancia jugando, y a uno de mis escritores favoritos. gracias.

    Un abrazo

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  12. Me encantaba jugar a La Rayuela! Y, obvio, llegar AL CIELO.
    Pero...la Rayuela de la protagonista de tu relato no tiene nada de divertido como lo era para mi ese juego.

    Abrazo

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  13. Con lo que me encantaba ese juego de pequeña y mira que es duro jugarlo de mayores. Muy bueno, gracias por sumarte, besos.

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  14. Hola Noelia, qué original tu relato, claro que de mayor todo cambia. En mi pueblo decíamos Rahoka, o Rachola. ¡Ufff! Cuanta añoranza. Te aplaudo. Buen aporte. Ya te sigo también. Un abrazo

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  15. Ingenioso paralelo entre vida y juego, Noelia. Muy gráfico y reconocible! Un abrazo

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  16. cómo mola! a través de ese juego has descrito de manera divertida la jornada de una joven madre. y el gráfico, chulísimo!! me recuerda un poco a los diagramas de flujo, pero el tuyo es mucho más simpático, con los dibujitos de cada tarea. :)
    besos!!

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  17. Hola, Noelia, un relato muy original basado en la rayuela, muy bueno, en mi zona se llamaba truque ese juego, nos encantaba.
    Un abrazo. :)

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  18. Un relato entretenido.... bueno no tanto como esa rutina diaria en donde no hay momento para aburrirse y tanto cuesta llegar a esa casilla número diez a descansar.
    Una buena afición Noelia.
    BESOS

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  19. Maravillosa tu colaboración.
    La de veces que he jugado y sigo jugando que es lo peor, porque no es tan fácil llegar como en nuestros juegos de niñas.

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  20. Me ha encantado. Bravooo. como has hecho el paralelismo del juego con la cruda realidad. De verdad que me ha encantado. Te has salido por fuera del reto, como digo yo, algo de mucho merito. pOor el lateral creo que se dice.
    aqui se llamaba charanga, o se llama, y variaba un poco. 1,2,3,4-5,6,7-8. Y no habia casa, cuando llegabas al final habia que dar la vuelta, lo cual hubiera sido un inconveniente importante para tu protagonista.
    abrazooo

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  21. Me gusta la asociación entre el juego, la novela de Cortázar y la cargada rutina de la protagonista.
    Bien contado. Un abrazo.

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  22. ¡Me acuerdo de ese juego! Lo que no me acuerdo del nombre y no me suena este tuyo. Supongo que en cada lugar se denomina de una manera. Lo importante era la piedra. Había que ser bueno en eso porque tenía que aguantar bien el golpe en el suelo y no pasarse de la casilla, claro que para eso estaban los pies de la amiga :-´)
    Me encanta :-) pero tu rayuela no es ni tan ligera ni tan divertida.
    Un beso enorme.

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  23. todo una recreacion del juego a nuestros dias, interesante propuesta Un abrazo

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