Ya sabéis que me encanta probar nuevas maneras de cocinar alimentos de una manera saludable y deliciosa. Hace unos meses encontré una receta que no conocía: el TIAN es un plato del sur de Francia, muy mediterráneo, que se cocina con verduras de temporada. Como siempre, podemos añadir o cambiar lo que queramos o incluso mezclar alimentos que no sean verduras. 
Hace unas semanas, Nutribel contacto conmigo para presentarme sus productos. Entre ellos, destaca el colágeno hidrolizado para mezclar con agua, o cualquier otra bebida.
Hoy os traigo una receta muy sencilla y muy rica que nos permite comer col, que es una verdura con muchas propiedades, de una manera bien sabrosa. Podemos usarla para acompañar algún plato de proteína y aprovecharnos de su poder saciante. 
Hoy vengo con un vídeo completísimo: os enseño mis últimas compras en Iherb...y os doy la oportunidad de ganar un set de brochas Real Techniques. ¿Os animáis a curiosear mi compra y participar?
Ya sabéis que me gusta mucho aprender nuevas recetas saludables: me gusta inculcar a mis hijas el gusto por una alimentación equilibrada, y sobre todo, por comer verduras. La receta que vamos a ver hoy incluye carne y queso, por lo que se convierte en un plato completo porque además, llena bastante. Sin embargo, el elemento fuerte en ella es la berenjena: nuestra rica hortaliza morada, llena de propiedades. ¿Queréis aprender esta manera de cocinarla? 
Ya mismo estamos en plena primavera y con ella, llegan trastornos como la astenia, las alergias y otras pequeñas indisposiciones que...pueden ser muy molestas.
Ya sabéis que me preocupo por llevar una alimentación saludable y dar a mis hijas productos de calidad que estén lo menos procesados posible. Sigo varias webs y canales muy críticos con el estilo de alimentación que se promueve en la publicidad y me gusta aprender de ellos y probar recetas.
Hace ya unas semanas hice mi cuarto pedido a Iherb. Como digo en el título, esta vez me he animado a pedir especias, té matcha y una base de maquillaje de Physicians Formula (no sólo de alimentos vive la potinguera, "ya tuh sabeh").
Si has vivido, como yo, los noventa con algo de “sentidiño”
ya – como decía mi abuela y me refiero a que ya tuvieras cierta edad, no tres
meses – recordarás el boom de los productos light. Mayonesa light, queso light,
coca-cola light…de repente, todo era light. Y la gente empezó a creer que por
ser “light” podrían atiborrarse. Hoy por hoy – aparte de que el tema está mucho
más regulado por la ley y para declarar un producto como “light”, debe cumplir
ciertos requisitos - parece que estamos
más concienciados con el tema. Tengo algunos productos bajos en calorías en mi
nevera, cierto es, pero en general, prefiero comer menos de un producto
calórico que me guste (como el chocolate) que comprar algo “light” que sabe
peor y es claramente menos saludable.
Ya sabéis que, si siempre me he sentido atraída por los
hábitos de vida sanos a nivel de alimentación y actividad física, desde que
dejé de fumar no es que me siento atraída: es que me siento comprometida e
implicada.
En mayo de este mismo año, decidí dar una vuelta de tuerca a mi estilo de vida y hacerlo (aún más) saludable. Aunque había dejado de fumar hacía un año y salía a caminar de 3 a 4 veces por semana, y pese a que comíamos bastante sano en casa, me apetecía, me pedía el cuerpo "algo más".
