Esta semana, Mujer de negro nos propone mirar atrás y recordar un programa que nos encantase ver en los 70 - 80 e incluirlo en nuestro relato. Me venían muchos a la cabeza: Bonanza, Un dos tres, Eurovisión...pero al final he rescatado uno no tan conocido que también me encantaba.
Una mirada al ayer
Recuerdo aquellas tardes que
vivía con la ilusión que se tiene cuando los años son apenas un puñado. Aún
teníamos colegio por las tardes, así que mi abuelo venía a recogerme.
El camino de vuelta, un paseo de
unos veinte minutos, lo pasábamos charlando sobre las experiencias de la mañana
y la tarde: una próxima excursión, la travesura de una amiga o el resultado de
un examen.
Al llegar a la casa de los abuelos, el olor a caldo impregnaba la habitación.
- ¡Qué hambre, abuela! ¿Qué hay de merendar?
Y siempre, de manera sistemática,
la abuela sacaba algún dulce delicioso que saboreaba mientras acababa alguna
cuenta de matemáticas, alguna lectura de mi libro de Antos.
Entonces sí (“primero la
obligación y luego la devoción”, que decían mis abuelos) podía poner la
televisión y dejarme llevar por aquel programa que arrancaba a volar mi imaginación, ya de por sí bastante animosa. El programa se llamaba “El planeta
imaginario” y era una mezcla de fragmentos de diferente tipo (musicales, animados,
con actores…) pero tenían el denominador común de llevarme a mundos de fantasía
que me hacían soñar.
Ahora, en mi madurez, aún
recuerdo esas tardes y ese programa. No he vuelto a encontrar uno que me haga
volar en mi mente como ese. O quizá, es que parte de esa facultad, quedó
perdida entre meriendas, tardes y deberes de mi infancia.
Aunque recuerdo muchos otros programas he querido rescatar este porque, hablando con gente de mi generación, muchas personas no lo recuerdan y me da pena porque me encantaba. Te dejo aquí la intro, que he encontrado en Youtube, para que me cuentes sí tú lo veías.
El programa no lo conozco, pero la intro provoca. Qué bonitos esos regresos en compañía de la abuela, las tardes en su hogar y las enriquecedoras charlas.
ResponderEliminarGracias amiga por sumarte con tan cálido recuerdo
Un abrazo
¡Qué recuerdos Noelia!
ResponderEliminarCuántas cosas se quedan en el olvido y son rescatadas gracias a otras personas, como es este el caso.
Yo veía Pinnic, pero conocía también el programa que tú comentas.
Besos.
Pues no, yo no lo veía.
ResponderEliminarQué bonitos recuerdos te dejó.
:)
Aunque no lo veía si me suena el nombre de ese programa. Es bonito recordar. Actualmente en la televisión echo de menos programas musicales y teatro.
ResponderEliminarBesos.
Fíjate que cuando he leído la presentación del post he pensado precisamente en este programa y en La Clave (ya apuntaba maneras yo,sí), pero al decir que era por la tarde, el segundo quedaba descartado. También recuerdo una serie, Mister Belvedere. Si me pongo a rascar, lo mismo salen más, pero esa serie y el planeta imaginario son los programas que más meriendas compartieron conmigo ene sa época. Besos!
ResponderEliminarMadre mía, Noelia. Lo había olvidado, y yo también lo veía. Gracias por traerlo a mi recuerdo. Besos :D
ResponderEliminarBonita manera de introducir "el programa" con los recuerdos entrañables de volver a casa del cole, Hay programas que aun recordamos, no creo que ocurra con los actuales, hay muchos canales y la oferta es variada y no todos vemos lo mismo como ocurría antes. Un abrazo
ResponderEliminarNo me suena, lindo recuerdo
ResponderEliminarUn beso
"Planeta imaginario" jejeje, como se nota que eres una "pipiola", en el 84 ya tenia dos hijas pequeñas, eso sí, y me había recorrido currando Sevilla, Cataluña, Madrid y Málaga, mis programas van por mediados de los 60, Rin Tin Tin o Bonanza ¿te suenan?.
ResponderEliminarSaludos
Las meriendas en casa de la abuela son impagables.
ResponderEliminarLa verdad es que no me acuerdo de ese programa, me pillaría ya más mayor.
Precioso relato
Besitos
Me encantaba ese programa y seguro que el caldo ese tan rico también. Gracias por el viaje. Un abrazo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTengo problemas con los comentarios. Bueno allá va otra vez. Un relato genial, donde la familia en este caso la abuela tan bien se apunta al del programa. El video es muy bueno y que música más relajante. Gracias Noelia, esa frase de primero la obligación y después de la devoción la habre escuchado muchas veces en boca de mi abuelo y mi madre. Un besazo, feliz jueves.
EliminarDan ganas de verlo, al menos para tener una idea más acabada sobre él. Nunca lo había escuchado nombrar. Todo lo que impulse la fantasía es bueno, creo. Un abrazo
ResponderEliminaruna historia cotidiana y entrañable. antes la vida era más sencilla, éramos felices con poco.
ResponderEliminarel nombre del programa, desde luego me suena. buscaré algún fragmento que pueda haber en youtube, a ver si me viene a la cabeza algún recuerdo.
besos!!
No lo veíamos aquí pero obvio que ya lo salgo a buscar...
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
No recuerdo ninguno de esos shows porque no habia nacido en esa época
ResponderEliminarUn recuerdo muy entrañable con los abuelos y esa frase llena de sabiduría ancestral que me han dicho y luego he repetido alguna vez a mis hijos también. Bonito relato
ResponderEliminarEn cuanto he visto el vídeo he pensado en mis hijas y es que claro yo debo de ser de la generación anterior a la tuya. Bellos y nostálgicos recuerdos, gracias por compartirlo. Besos.
ResponderEliminarEsas meriendas en casa de los abuelos son inolvidables. La verdad es que la música me resulta familiar, pero no recuerdo el programa. Besos
ResponderEliminarQue tal Noelia, como estas!
ResponderEliminartus entrañables recuerdos me hicieron recordar en realidad a una peli que me tenia fascinada, fanatizada y no podia dejar de mirarla en loop :D era Anita, la huerfanita.
"mañana, mañana, ven pronto, mañana..!!" jajajaj me obsesione con esa pelicula y esa cancion, tan pegadiza.
Me hiciste viajar en el tiempo, que lindo!
Un abrazo grande!
No recuerdo para nada ese programa. Claro, con el alunizaje se destapó el interés por la Astronomía.
ResponderEliminarBesos, Noelia
Pues me ha encantado descubrirlo porque a mi no me sonaba, cuantos programas buenos había en esos años! Saludos
ResponderEliminarLa programación en aquella época era genial! Atrevida, original y variada! Un abrazo!
ResponderEliminarLos programas de la infancia son lo más, se recuerdan con tanto cariño que nada de lo que ves después llega a su novel.
ResponderEliminarYo sí que lo recuerdo. La música me ha venido enseguida, pero no lo veía.
ResponderEliminarSin duda a ti te dejo marca, y además una asociación con la memoria de tus abuelos. Una cualidad no menor.
Besoss Noe
Me ha encantado. Yo recuerdo con nostalgia aquellos programas musicales con tanto encanto pero ahora ni por asomo hacen. Y la frase "primero la obligación y luego la devoción" la tengo clavada jajaja.
ResponderEliminarEs un relato muy bonito, me ha gustado mucho, bsss
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarJuraría que te había comentado. Bueno, que me encantó el relato, que me encantaba ese programa y me has traído recuerdos preciosos.
Muy feliz tarde.