Pasen y lean XXXIV: Lecturas de Febrero y Marzo 2022

Estos dos meses me han cundido muchísimo para leer. Ya sabes que siempre digo que esto de la lectura va por rachas: hay épocas en que apenas consigo avanzar con un libro (estoy cansada, no logro sacar tiempo, me engancho a una serie...) y otras que "devoro" lecturas. Hoy te traigo los 5 libros que he leído en este par de meses y te cuento.

¡Pasen y lean!

1.La mujer de la falda violeta, de Natsuko Imamura.

Ha sido un placer poder participar en el Marzo Asiático que ha convocado el blog de Laky, Libros que hay que leer. Esta novela, de menos de doscientas páginas, me ha parecido muy curiosa: por un lado no tiene un ritmo narrativo en el que la acción sea vertiginosa, pero por otro te atrapa.

Este libro lo narra una mujer (la mujer de la rebeca amarilla) que nos empieza hablando de otra (la mujer de la falda violeta). La primera se obsesiona de tal manera con conocer horarios, hábitos y acciones de la otra que nos cuenta su rutina de manera que a veces parecen confundirse una con otra. Podemos ver cómo, a través de los ojos de la primera, se juzgan acciones tanto de la mujer de la falda violeta como de otros personajes. 

Me ha gustado leerlo, ha sido una experiencia agradable y diferente. El lenguaje es sencillo y bonito y recoge muy bien las emociones de los personajes, algo que siempre valoro muy positivamente.

2. Recursos inhumanos, de Pierre Lemaitre.

¡Las cosas que pasan con los libros! Mi hermana Rosa me regaló este, de Pierre Lemaitre unas navidades...hace por lo menos cinco años. Lo puse en mi mesita de noche, pero oye, que no le "metía mano". Me cansé de verlo allí y lo puse en la estantería y allí ha estado mucho tiempo.

Hasta que una tarde en la que no tenía nada de ficción a mano, me acordé y lo cogí...¡me ha gustado un montón! Es diferente de otras cosas que he leído de este autor francés, pero merece la pena. El ritmo va creciendo cada vez de forma más frenética y en las últimas cien páginas no puedes parar. Y los detalles incontables de crítica social te hacen reflexionar y son geniales.

Te dejo aquí la sinopsis:

«Me llamo Alain Delambre y tengo cincuenta y siete años. Soy un directivo en paro.»

 El antaño flamante director de recursos humanos Alain Delambre ha perdido toda esperanza de encontrar trabajo y se siente cada vez más marginado. Cuando una empresa de reclutamiento considera su candidatura, está dispuesto a todo con tal de conseguir el empleo y recuperar su dignidad, desde mentir a su esposa hasta pedirle dinero a su hija para poder participar en la prueba final del proceso de selección: un simulacro de toma de rehenes. Sin embargo, la ira acumulada en años de agravios no tiene límites... y el juego de rol puede convertirse en un macabro juego de muerte.

Como curiosidad te cuento que tienes la serie en Netflix y además de estar muy bien adaptada (se nota que el propio Lemaitre ha participado en la adaptación) tiene una fotografía de exteriores muy bonita de París, y eso siempre suma puntos.

3. Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda.

¡Qué tierna me resultó esta novelita-cuento! Por su extensión (140 páginas) creo que es más bien lo segundo. Nos cuenta la vida (del principio a la mitad, aproximadamente) de Antonio José Bolívar Proaño, al que el autor llama "el viejo", ya que así es como le conocen en el pequeño poblado amazónico en el que vive.

Este curioso personaje, colono de origen pero casi indio shuar de adopción, vivencias y conocimientos, es muy valorado en su aldea. Y es por eso que (de la mitad al final) el alcalde, un personaje fantasma, deplorable y algo malvado, le pide ayuda para resolver un tema muy delicado que tiene que ver con un animal depredador...muy enfadado.

Si quieres saber más, en una tarde puedes leer esta historia.

Me ha recordado en el estilo a Gabriel García Márquez y quiero leer más de este autor, que murió en España de Covid en 2020 tras estar ingresado más de un mes.

4. La casa del boticario, de Adrian Matthews

La forma en que di con este libro es muy curiosa: andaba por casa, sin nada nuevo que leer y me puse a mirar en las estanterías (tenemos estanterías en el salón, en el comedor y en nuestro dormitorio, Manolo y yo somos dos adictos a la lectura). El caso es que a veces hay libros que he comprado yo y Manolo no ha leído o viceversa y es muy estimulante porque siempre encuentras cosas en casa que no has leído (a pesar de que la gran mayoría han sido compartidos porque nos los recomendamos). Pues bien, lo curioso de este libro es que no recordamos haberlo comprado ni Manolo ni yo...y tampoco ninguno de los dos lo habíamos leído. 

La sinopsis era prometedora:

Una mujer duerme en un cuadro holandés del siglo XVIII. Es hermosa y lleva el vestido revuelto, la luz de un ramo de mimosas ilumina su rostro y al fondo, un hombre de espaldas mira por la ventana escondiendo todos los secretos de un siglo. Ruth Braams, una joven que trabaja en el Rijksmuseum de Ámsterdam investigando las obras de arte que saquearon los nazis, luchará por desvelar la procedencia de ese misterioso cuadro que esconde una historia apasionante y oscura, un descubrimiento inédito. Con un ritmo vertiginoso, Adrian Mathews envuelve al lector de forma desenfadada e inquietante, arrastrándolo a un caleidoscopio de investigaciones artísticas, científicas y personales donde caben a partes iguales la sonrisa, la ironía y el miedo.

Y sin embargo, la lectura ha sido un poquito amor-odio: me ha encantado por la descripción de Amsterdam (como estuve allí, me parecía "verlo" todo), los personajes son divertidos (más que personajes de thriller histórico, parecen a veces de Chick Lit)...pero la trama es muy lenta y se hace pesada. Figúrate que me leí dos libros "entremedias" de este.

Verdaderamente le tuve que poner voluntad para acabarlo y lo hice por lo que te digo, porque al final es una lectura que tiene sus toques divertidos...pero muy lenta.

5. Te llamaré viernes, de Almudena Grandes.

¡Ay, Almudena! Con lo que me gustan sus novelas de la guerra civil, sus primeras obras se me atragantan. Ya te conté cómo me había decepcionado releer "Las edades de Lulú" que fue su primera obra y esta, la segunda, tampoco me ha gustado.

Era el libro de Marzo del Club de Lectura y me ha resultado muy desagradable porque su protagonista es egoísta, manipulador y mentiroso. Benito (que es su nombre) es descrito como una persona muy fea, pero lo peor es su interior. La autora trata de explicar su personalidad con flash backs de su pasado y una relación algo traumática con sus padres, pero aún así resulta muy desagradable y desde luego, en absoluto me parece que sea "una entrañable historia de amor", como dice la sinopsis, la que plantea con Manuela, a quien utiliza, chantajea y desprecia.

Desagradable para mi, la verdad.

¿Has leído alguno de estos?

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!