¿Sabes esa sensación de que has luchado muchísimo por algo, te has esforzado y aún así no has conseguido lo que te propusiste?. Se llama frustración y no es agradable. Pero podemos comprenderla y aprender a gestionarla, y también en casos en que no nos sea útil, también podemos cambiar nuestras metas porque quizá está ahí el problema.
Vamos a profundizar.