Hace ya meses os descubría una tienda física en Granada capital que me había llegado al corazoncito potinguero, pero no solo por sus productos (que sí) o por su decoración (que también) sino, además, por el trato cercano, amable y magnifico de las personas que allí te atienden. Es La Casita de Cocó, donde siempre es un placer entrar.
Os cuento hoy mi experiencia y mis "cuqui-compras" de hace unas semanas, cuando volví.
¡Vamos al lio!