miércoles, 13 de julio de 2022

Emociones SOCIALES y cómo gestionarlas bien: la VERGÜENZA

Emociones SOCIALES y cómo gestionarlas bien: la VERGÜENZA
¿Sabías que la vergüenza y la culpa son las emociones sociales que más "pesan" a las personas? Como todas las emociones, son necesarias y tienen una función...pero mal gestionadas pueden acarrear mucho malestar.

Así que vamos a encargarnos hoy de la primera.

¡Vamos al lío!




1. Definamos la vergüenza.

Ya sabes que me enfado mucho cuando encuentro bibliografía que afirma que algunas emociones "son negativas" (y con la vergüenza, pasa). La vergüenza es una emoción MUY NECESARIA para la adaptación social porque nos hace conscientes de que nuestro comportamiento o actitud no son adecuados o justos con respecto a quienes nos rodean.
La vergüenza nos hace conscientes de nuestras limitaciones como personas humanas que somos y eso implica aceptar la propia vulnerabilidad.

Sin embargo, lo que sí es verdad es que la vergüenza es una emoción que, si no se gestiona de manera saludable, puede incidir negativamente en nuestra autoestima, generarnos malestar, bloqueos, inseguridad, sentimientos de fracaso...por eso es tan importante conocerla y saber cómo afrontarla.

2. Cómo gestionar la vergüenza.

Sentir vergüenza cuando, como decía antes, nos enfrentamos a una situación y no somos capaces de implementarla como esperábamos es completamente normal. Lo que sí puede convertirse en algo patológico es que nos juzguemos, critiquemos duramente o comparemos continuamente con los demás.

Me gusta mucho esta cita, porque creo que muestra un enfoque saludable de la vergüenza:

El objetivo de la vida es alcanzar la independencia. La independencia se asienta en una sensación sana de la vergüenza. Somos responsables de nuestras propias vidas.

-          John Bradshaqw - Healing the Shame that Binds You

      Algunas pautas para gestionar la vergüenza de manera saludable (pincha para ver mejor):

    

Emociones SOCIALES y cómo gestionarlas bien: la VERGÜENZA 02


  Y mi vídeo sobre la AUTOCOMPASIÓN, una herramienta para no juzgarte:



3.Y como ayudar a los demás a gestionarla

Como te decía anteriormente, a menudo la vergüenza más insana e incapacitante viene de la infancia. Por eso debemos tomar conciencia y no repetir patrones que pueden dañar emocionalmente a nuestras personas menores. De todas formas, son consejos muy necesarios también para el mundo adulto, ya verás:

     ⇉ No hagas comentarios enjuiciando, criticando con saña, destructivos: ni sobre ellos, ni sobre ti, ni sobre otras personas. Ten en cuenta que aprendemos también de cómo los demás tratan a otros. Aunque no seas duro/a con las personas menores de tu alrededor, si lo eres con tus iguales, ellos lo aprenderán e incluso lo incluirán en su autodiscurso. 

     ⇉ No fuerces a los demás a hacer algo que no quieren (por vergüenza o por lo que sea). Cada persona tiene su ritmo y su momento.


     ⇉ No hables por ellos: deja que se expresen. No lo van a hacer como tú, porque no son tú. Respeta su individualidad y su identidad.


¡Hay mucho trabajo por hacer! ¿Te parece interesante? ¿Cómo es tu relación con la vergüenza?

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!

20 comentarios:

  1. De pequeño sí que tenía vergüenza para muchas cosas.
    No sé cómo fue desapareciendo con el tiempo y ahora creo que estoy en el otro extremo... o sea, si considero que tengo razón en algo me da igual lo que piensen los demás y hago lo que considero que he de hacer.

    Buenos consejos das para ayudar a los demás.

    ResponderEliminar
  2. El comentario de arriba también me define, sin ser patológico era tímido y bastante vergonzoso, nada positivo para una persona que entra en el mundo sindical-político, por lo que había que gestionar ambas emociones si quería estar ahí; también gracias al tiempo, que todo lo calma, he dejado de ser tímido y de ser vergonzoso. Como dice el refrán, "no nada que cien años dure".

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Esa timidez de amuchos adolescentes se va yendo con el tiempo. Pero hay aspectos personales que pueden seguir produciendo verguenza, me falla la diéresis :-). En realidad, como nadie es perfecto, es absurdo sentir complejos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. ufff yo siento vergüenza cuando meto la pata cuando la pifio! y también he sentido vergüenza rollo escénica, hablar en publico!

    ResponderEliminar
  5. El miedo a la vergüenza nos impide muchas veces hacer cosas o correr riesgos que nos pueden ayudar a avanzar. Un beso

    ResponderEliminar
  6. Como siempre, unos apuntes muy interesantes que no está de más recordar.Besos!

    ResponderEliminar
  7. Un post buenísimo. Me encanta.. Mi hija ha sido muy vergonzosa, ahora lo es menos, así que me viene genial!

    ResponderEliminar
  8. Mi hijo es muy vergonzoso. Le voy a pasar tus pautas para gestionar la vergüenza.

    Besos

    ResponderEliminar
  9. me viene bien, porque a pesar de que tengo cierta edad, no me libero de la vergüenza social en ciertas situaciones. a veces tengo días en los que me siento muy tímido y no quiero encontrarme con ningún vecino/a (con quien tenga cierto trato, se entiende), y si le veo antes de que me vea a mí, puedo hacer cosas un poco extravagantes para evitar el encuentro...
    ahora veré el vídeo, seguro que es interesante. besos!!

    ResponderEliminar
  10. Un post muy útil, yo siempre he sido muy vergonzosa y aún a día de hoy suelo juzgarme muy duramente con mis errores pero bueno, estoy trabajando en ello, no es fácil.. Entradas como ésta son de gran ayuda!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  11. Muy bueno el artículo Noelia y completo. Super ordenado, un gran trabajo.
    Besos!

    ResponderEliminar
  12. Vergüenza es robar, decepcionar, traicionar, abandonar los sueños...

    Abrazo hasta allá.

    ResponderEliminar
  13. Que máximo, achei no teu texto alguns conceitos que desconhecia, ou pelo menos não tinha analisado mais profundamente, como a vergonha ser importante no sentido de fazer com que a pessoa se adeque ao contexto social, isso é super importante, e me lembrei que ultimamente tenho pensado muito que aos nossos políticos daqui mais "vergonha na cara" seria muito importante! Beijos ;)
    https://costuraerasga.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  14. Hola.
    Qué interesante, como siempre.
    Yo soy tímida y más que vergüenza, odio ser el centro de atención. Esta semana una editorial me ofreció publicar una novela. Yo no envié nada, contactaron ellos, por algún relato de concurso de hace años. Bueno, pues lo rechacé porque hay que hacer presentaciones y no puedo. Pasé una vez por ello y no puedo volver a pasar por algo así, estar en una mesa y ser el centro de atención, hablando sobre algo que he escrito yo (sí puedo hablar en público sin problema sobre otras cosas, no sobre mí), la gente preguntándome, uffff, es que me supera.
    Cuando llegue a casa veré el vídeo, ahora estoy en un parque de perros y no me enteraría, jejeje.
    Feliz día.

    ResponderEliminar
  15. Las emociones son muy necesarios pero a veces somos nuestros mayores enemigos culpándonos etc. Ahora no la tengo tanto, pero de más jovencita puff. Un post estupendo.

    ResponderEliminar
  16. Deberíamos ser más conscientes de nuestras emociones y, sobre todo, reconocerlas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  17. Noe, como va el verano! todo bien? por aqui un frio que ni te cuento!
    Interesantes tips para aplicar, hoy en dia todo es mas leve y aceptado siento yo; cuando era chica era muy timida y me generaba ansiedad hablar en publico, pero hoy en dia ya estoy mucho mas desenvuelta, gracias a Dios. Te mando un abrazo!

    ResponderEliminar
  18. Muy bien enfocado, yo reconozco que antes me frenaba "en exceso" por cierta vergüenza, pero hoy arriesgo más, siempre respetando a los demás demás por supuesto a mi misma. Creo que me he ido librando de esa timidez asociada a la vergüenza que tenía de más joven o adolescente. Saludos!

    ResponderEliminar