Vamos con un nuevo relato juevero que en esta ocasión nos propone Mag desde la trastienda del pecado en esta entrada. El reclamo no podía ser más propio para estos días: "Cuento de Navidad".
¡Vamos al lío!
- - Nacho, ¿has visto al Niño Jesús?
- - ¿Otra vez? ¿¡No lo habrá cogido el gato una vez
más!?
- - Pues no sé, porque tenemos esta puerta cerrada
para evitar que tire todas las figuritas del belén, pero vete a saber si en un
despiste de las niñas, que no paran de salir y entrar, se haya colado y haya
hecho de las suyas.
El niño Jesús escuchaba esta conversación
escondido en la oscuridad: se acurrucaba junto a la última pata del mueble de
la televisión, aquella que quedaba casi inaccesible por estar pegada a la
pared.
Le daba pena que culparan a Bolinche (este
era el nombre del intrépido michi al que aludían Nacho y Adela) porque, a
fuerza de proponer cada año su “personal visión de belén deconstruído” (esta
mezcla de palabras la había tomado de un programa de cocina que veían las niñas
cada noche, en adviento), le hacía hasta gracia. ¡Las que liaba el gato! El
caganer en el río, los reyes debajo de los camellos, el molino volcado… ¡si
incluso allí, en el recóndito lugar donde se escondía, había bolitas de
porexpan de las que tanto gustaba esta familia de poner en el misterio, para
regocijo de Bolinche que las esparcía por toda la habitación!
Pero no, él no se escondía del felino.
Se escondía de forma reivindicativa.
Otro año más: celebrar, comer, brindar por
su nacimiento.
Y luego, en Marzo o Abril, confesar
pecados, lucir cenizas, lamentar.
¿Para qué? Más de dos mil años en este
ciclo, y la humanidad no había cambiado un ápice. ¿Qué sentido tenía? Envidias,
irresponsabilidades, falta de empatía…eran las mismas lacras, año tras año,
siglo tras siglo.
Ya lo decía la Biblia: su parte humana, lo
hacía ser crítico y dudar y por eso andaba, emberrinchado, allí escondido, en
la fría oscuridad, pensándose si en unas horas volvería a apostarlo todo por
aquella panda de inconscientes…o no.
No ha salido reivindicativo el niño, a ver si va a ser progre y la mitad del País se echa las manos a la cabeza..
ResponderEliminarDivertido y con mensaje, me gusta.
Jajajaaja Gracias, me alegra que te guste.
EliminarNo me extraña que se esconda.
ResponderEliminarLas barbaridades que se han hecho en su nombre no tienen perdón galáctico.
Desde exterminios hasta pederastia interminable.
Tú has escrito: "Más de dos mil años en este ciclo..." y mi subconsciente ha leído: "Más de dos mil años en este circo...".
En fin... eso es lo que hay.
Besos.
P.D.
Las canas cada vez te quedan mejor.
Palabrita del Niño Toro.
Buenísimo lo del circo, Toro.
EliminarGracias por tu palabrita, no hace falta que la des, sé de buena tinta que eres sincero.
Un abrazo.
Como me gustan tus relatos. Normal que se esconda.
ResponderEliminar¡Gracias! Me he tomado un descanso estos días pero espero volver a la vuelta.
EliminarBesitos.
Si Cristo que nacerá mañana y morirá dentro de unos meses en Semana Santa, si viera lo que dejó, ni nacía, menuda mierda de mundo.
ResponderEliminarSaludos
Pues en esa línea va el relato, efectivamente.
EliminarBesos.
Mientras su reivindicación no perjudique al gato, bien. Por cierto, como el gato se coma el porexpan, puede haber un problema serio, habría que hablar con esta familia.
ResponderEliminarBesos!
Como es un gato de ficción, no creo que vaya a más la cosa.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno. Un relato con sabor navideño, donde El Niño Jesús cobra vida, donde se reivindica que La Navidad no es sólo para hartarse de comer y beber sin ningún otro propósito y si hay alguno bueno se diluye en esas fechas para volver a la carga de despropósitos el resto del año.
ResponderEliminarUn buen mensaje con su pizca de humor y reivindicación navideña.
Aprovecho para desearte una muy Feliz Navidad junto a tus seres queridos.
Un abrazo grande y navideño.
Muchas gracias, José Luis. Espero que tú también hayas pasado unos días muy bonitos con los tuyos.
EliminarBesos.
¡Holaaaa!
ResponderEliminarJjajaja que buena crítica, la verdad es que tienes razón ;)
Muy chulo el relato y además muy acorde a la época, genial!
¡muchos besos y gracias por compartirlo!
Gracias a ti por apreciarlo con tu entusiasmo siempre, bonita!
EliminarBesos.
¡Afortunadamente se decide a nacer cada Año, aunque lo sigamos tratando igual!
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Besitos
Si es que es un santo! ;)
EliminarBesos.
Me ha resultado súper chulo, muy entretenido, me ha arrancado más de una sonrisa.
ResponderEliminarUn besazo guapísima. Mis mejores deseos para ti y para tu familia.
Gracias, Rebeca bonita. Mis mejores deseos para ti, y para los tuyos.
EliminarBesos.
Son tradiciones muy arraigadas, pero con un disparate de consumismo, ajeno a estos días, que cada uno los vive a su manera, por supuesto...
ResponderEliminarCon mis mejores deseos para estos días.
Un abrazo.
Lo mismo te deseo Franconetti!
EliminarHabría que revisar ese despilfarro, sí.
Un abrazo.
Por suerte, pese a nuestras falencias, cada Navidad aún persiste en renacer! Un fuerte abrazo y espero que tengas una muy feliz Navidad junto a los tuyos
ResponderEliminarUn abrazo y mis mejores deseos para ti también!
EliminarMuy bueno, eso de que las figurutas cobren vida me encanta, como se nota por mi post. Que sean día felices, con gatos o perros al acecho de hacer de las suyas.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz navidad
Me ha gustado mucho que coincidamos en ese detalle.
EliminarUn abrazo, guapa.
Es una historia con moraleja. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
Sí! Casi una fábula, jajaja
EliminarBesitos.
no me extraña que el niño jesús esté tan cabreado. muchos no entendieron bien sus enseñanzas, y se sacaron de la manga cosas que él no había dicho.
ResponderEliminarque pases unas felices fiestas! besos a ti, y caricias a bolinche, que le echan la culpa de todo al pobre. ;)
¡Pobre gatito! Jajaja
EliminarUn abrazo, espero que estés pasando unos días muy bonitos.
Lástima que le echaron la culpa al gato, pobre animalito. Pero hay verdad en esas acusaciones.
ResponderEliminarQue tengas felices fiestas.
Un abrazo.
Es que a veces estamos muy, muy ciegos.
EliminarUn abrazo y mis mejores deseos para ti.
Vaya Noelia, qué sutileza para dejar constancia del acontecer humano durante más de dos mil años y de qué vale el sacrificio y la utopía de cambiar la historia.
ResponderEliminar¡Fantástico!
No obstante te sigo deseando Feliz Navidad porque sé que volverán a poner al niño como cada año y además abrazos y besos.
Muchas gracias por tus palabras, Luz! Me emocionan.
EliminarMis mejores deseos para este nuevo año.
Y que gran verdad. Este año, en estas últimas semanas, he repetido mucho una frase y es que "la familia son los 365 días del año". Y como eso igual con respecto al nacimiento de Jesús ¿sabemos realmente que celebramos? O ¿ cualquier excusa es buena...y en Marzo ya se verá? Precioso cuento de Navidad.
ResponderEliminarFelices fiestas solete, disfrútalas mucho!
Saludos!
Claro, es que a veces perdemos la perspectiva.
EliminarEspero que estés pasando unos días fantásticos, amiga.
Un abrazo.
Pues si estamos como estamos y hacemos lo wue hacemos, teniendo la navidsd y semana santa, imaginate si no las tuvieramos. Si no hicieramos esos breaks anusles, para romper la monotonia, imaginate. Mientras sea para promulgar el bien y los buenos deseos , buenos son.
ResponderEliminarPasalo bien Noelia. Felices fiestas.
Los tuyos estaran contentos ¡tenera a "Mamá Noelia" es casa...😜
Jajajaja sí, "mamá Noelia" muy propia yo! Jajaja
EliminarEspero que estés pasando unos días fantásticos, mis mejores deseos.
La verdad, Noelia, que somos la única religión que venera a un hombre crucificado y medio desnudo. Paradojas de la vida pero también están ahí los musulmanes que para Ramadán ayunan y rezan y creen que ya tienen los pecados perdados.
ResponderEliminarLa vida es una paradoja. El niño Jesús tiene razón pero me da que por mucho que se esconda no es inexorable al tiempo ni a las tradiciones. ¡Ay, si me hubiera hecho caso aquella noche en que tanto santo rezaba y él decía que no sabían lo que hacían! :-9
Muchísimas gracias por acompañarme en esta dinámica que he tenido el placer de coordinar. He llegado tarde pero he llegado.
Son días complicados por eso ya dije en la convocatoria que fuéramos pacientes.
Un beso enorme y espero hayas pasado unos buenos días, disfrutando como deseas de tu familia.
La vida es una paradoja porque el ser humano lo es, somos así.
EliminarEspero que tú también estés teniendo unos días muy bonitos
Un abrazo.
Muy buen relato con moraleja
ResponderEliminarBsss
Gracias, guapa!
EliminarUn niño Jesús reivindicativo jajajaja Pero el pobre gato es el que se lleva la culpa de esconderlo *.*
ResponderEliminar¡Feliz Navidad, Noelia!
Un besazo
Ay, pobre minino!
EliminarFelices fiestas a ti, Dafne!
Me ha encantado tu relato, tienes buena mano escribiendo y la verdad es que me siento identificada con el niño Jesús reivindicativo.
ResponderEliminarFelices fiestas hermosa.
Me alegro muchísimo Cristina, me gusta mucho escribir.
EliminarBesitos.