Siempre que veo en Youtube u otras redes recetas "fit" con ingredientes o técnicas americanas, siento ambivalencia: por un lado curiosidad y ganas de probar, en la variedad está el gusto y no me cierro a nada, me gusta descubrir, practicar y aprender.
Pero, por otro lado, no os negaré que a veces me parece un poquito ridículo que andemos todos desayunando tortas de avena cuando una tostada con aceite y jamón es sana...y de toda la vida.
En esa línea, un buen día recordé una merienda (o postre, o snack si quieres) que me hacía mi abuela y que es sanísima, fácil y tradicional: las manzanas asadas.
Os cuento cómo las hago yo.
¡Vamos al lío!
1. Seleccionamos las manzanas:
A mi, personalmente, me gustan más las amarillas pero en esta ocasión mezclé dos amarillas y dos rojas para comparar. En cada hornada puedes asar 4 o 6 tranquilamente, en una bandeja.
2. Les quitamos...¡el corazón!:
(Me encanta lo dramático que queda esto) 😆😆😆
Yo en casa no tengo un descorazonador (más drama), así que lo hago con un cuchillo.
3. Damos el toque especiado:
Mi abuela usaba canela y azúcar u otras veces, canela y miel.
Para evitar este tipo de condimentos, yo uso canela en rama, canela en polvo y stevia de vainilla.
4. ¡Al horno!:
De esta guisa, las horneamos unos 20 minutos a 180º.
5. Y a disfrutar:
Para disfrutarla, simplemente retira la piel. El resultado es una especie de compota con más cuerpo, dulce (la manzana lo es de por sí), suave y, si la tomas templada...¡deliciosa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario