No sé vosotras – imagino que sí – pero personalmente, en todo este proceso
de “amor” por el maquillaje he ido pasando fases y descubriendo, paso a paso (a
veces muuuy despacio, otras de sopetón) muchos factores que, ordenados en forma
de contenidos se terminan pareciendo mucho a los índices de los manuales – que
muchas también coleccionamos y repasamos – para aprender este hobby de la mejor
manera posible.
A lo largo de estos años, como os decía, he pasado muchas etapas, pero al
final mirando “atrás” me doy cuenta de que todas rozan muy de cerca una serie
de ámbitos prácticos en los que profundizar. Los comparto hoy con vosotras
porque me parecen interesantes, y porque me gustaría invitaros a la reflexión
de cuáles consideráis que habéis adquirido mejor…o aún estáis en proceso.
1. Entrando en el mundo del maquillaje:
Definición, historia, instrumentos.
Sin duda, uno de los primeros pasos en el mundo del maquillaje (como
aficionada) se caracteriza por la fascinación ante todo tipo de
herramientas (pinceles, brochas, esponjas, pinzas…) y
su utilidad. Recuerdo la primera vez que probé brochas de
calidad frente a las que tenía por casa (de esas típicas que te vienen con la
cajita) y me dije “¡Así sí!”…la diferencia entre aplicar la sombra era brutal…y
si hablamos de difuminar o delinear, ya ni punto de comparación.
Personalmente, considero que tengo bastante conocimiento de los usos de brochas y
pinceles, pero reconozco que me falta conocer, probar y practicar con otras
herramientas como esponjas o el famoso maquillaje con aerógrafo, que me fascina
por su moderno planteamiento.
La historia del maquillaje, por otra parte, me
parece interesantísima (la historia en general me lo parece) y con respecto a
la definición…sería tema de un post entero porque
entramos en aspectos culturales relacionados con la imagen personal y la
belleza. Pero lo que sí tengo claro es que, como cualquier rama artística,
busca precisamente emocionar con la belleza.
2. Mil y un rostros: Visagismo
Un esquema muy sencillo de cómo uso broncer (marrón), iluminador (blanco) y rubor. Más adelante dedicaré un post a estos tres puntos donde os lo explicaré con más detalle :) |
Otro punto interesantísimo…desde una doble vertiente: En primer lugar,
porque te permite conocerte a ti misma y sacarte el máximo partido. Mi cara
alargada no admite ciertas aplicaciones de broncer o rubor, y sin embargo
cuando lo hago conociéndola, el resultado es muy favorecedor. Aquí, a base de
practicar conmigo misma, me siento ahora muy segura.
No obstante, como no soy maquilladora profesional y pese a que siempre que
tengo la oportunidad de maquillar a una amiga o familiar lo disfruto al máximo,
noto que me falta destreza a la hora de encajar otro tipo de rasgos, y no sólo
ya por la forma del rostro, sino también de los ojos (hundidos, rasgados,
tristes, almendrados, saltones…), las cejas, la edad…Sin duda, todo un mundo de
lo más interesante.
3. El claroscuro…
Cuando hablo de esto con alguna amiga…siempre me acuerdo de las nociones de
Arte. Al final, en maquillaje, domina el mismo principio que en pintura: los
tonos claros y luminosos resaltan, los oscuros disimulan. No deja de ser jugar
con las ilusiones ópticas que percibe nuestra mirada. Y aquí, enlazando con el
punto anterior, podemos utilizar todas nuestras destrezas para relucir nuestros
rasgos más bonitos o llamativos…y hacer que pasen desapercibidos los menos
deseables. Realzar un pómulo o un ojo hundido y disimular una papada, por
ejemplo. Como en el punto anterior, considero que en mí misma tengo
conocimiento del tema…y en caras ajenas siempre estoy intentando aprender
mediante la observación y la práctica.
4 …Y el color y la textura.
¡Ah, el color! Sin duda lo primero que me llamó intensamente de todo este
mundo. Ya saben que me encantan los tonos intensos, pero con el tiempo he
aprendido también – leyéndoos a muchas de vosotras, por supuesto – a amar la
especificidad de un tono whisky frente a un chocolate o un siena: todos
marrones, pero cada uno con su encanto. Importantísimo también, sin duda,
conocer qué tonos nos favorecen más por nuestro fototipo, color de ojos y de
pelo…aunque aquí yo prefiero darme rienda suelta y probar con todo ;) Otro
mundo apasionante es el de las texturas: sombra en crema frente a polvo o la
combinación de ambas, rubor líquido o labial fijo, cejas con lápiz o con
sombras...todo un mundo por experimentar, donde notar cómo cada textura da un
efecto especial y diferente, según los rasgos y la ocasión.
5. ¿Un maquillaje para cada ocasión?
Y lo pongo entre interrogantes. Porque como me pasa con el color, siempre
he defendido que si me apetece un rouge desde que suena el despertador, no
tengo porqué limitarme a un brillo de labios. Sin embargo, al final el
maquillaje tiene tanto de cultural que es habitual pensar en “maquillajes de
día”, “de noche”, “de acontecimientos” y es lógico, por lo que os digo: no deja
de ser algo muy social. En el otro punto del espectro, está el maquillaje de
fantasía que me apasiona y el de caracterización, que apenas he intentado, pero
que siempre admiro por la fascinación que me genera.
Para redactar este post, además de mi experiencia personal, he utilizado
material de HAIRSTAFF, un exclusivo centro en Madrid donde se forma y
recicla a Técnicos en Peluquería, Maquilladores y Esteticistas. Me ha encantado
conocerlos porque – por deformación profesional – he estado leyendo algunos de
sus principios pedagógicos y me han gustado mucho.
Por cierto, que tienen en Facebook un concurso en que
sortean una styler ghd V Coral Profesional a quien haga ME GUSTA
en su página, entre en la pestaña de la promoción y deje sus datos, ¡así de
fácil!. Yo, por supuesto, ya he hecho ME GUSTA en su página.
¿Se animan ustedes?
En un pequeño recorrido, si se fijan, hemos repasado diferentes ámbitos del
maquillaje desde una visión general, pero completa. Si consultan cualquier
manual o propuesta de formación, seguro que estos puntos básicos aparecen.
¿Cómo se ven en cada uno de ellos? ¿Cuáles les parecen interesantes? ¿En cuáles
sienten que han avanzado…y en cuáles se notan algo “varadas”?
Yo ya les he contado cómo me veo yo, ahora me gustaría conocer su opinión
si se animan a hacer esta pequeña autoevaluación.
Espero que les haya resultado interesante.
BESOS!